El acto de homenaje a Lluís Maria Xirinacs ha levantado las protestas desde diferentes sectores, que consideran que el director del acto, Joel Joan, se inventó los hechos históricos para convertirlo en una reivindicación independentista. El Periódico recoge en este sentido las opiniones de diferentes personalidades, como por ejemplo el columnista Andreu Mayayo, que denuncia que la escena teatral fue un "sainete" realizado sin "el mínimo sentido del ridículo", además de "patético e intolerable".
"Después del intento de vender Terra Lliure como la palanca de Arquimedes del crecimiento del independentismo político, ahora le toca a la figura polémica del mendigo de la paz, convertido en el protomártir y cuerpo místico de la nación", considera. "Se debe dar un tirón de orejas al emisor de esta mentira, digna de estudiarse en las universidades como paradigma de manipulación histórica", apunta.
El columnista recuerda que "aquella manifestación fue pro amnistia, convocada por la Asamblea de Catalunya, el Consejo de Fuerzas Políticas de Catalunya y varias entidades ciudadanas. La sollicitud del permiso fue a cargo de Joan Frías, en calidad de presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). Los gritos, por lo tanto, fueron a favor del amnistia y no de la independencia. Así mismo, las pocas banderas que ondearon eran quatribarradas y no esteladas. Otra impostación errónea es el lema ¡Pueblo catalán, ponte a andar!, que surgió meses más tarde en el marco de la Marcha de la Libertad".
Por su parte, el ex secretario general de CCOO, José Luís López Bulla, la ha calificado de lectura "revisionista y estrafalaria", mientras que la presidenta de la FAVB, Eva Fernández, lamenta que "la indignante recreación que se hizo de la marcha en el homenaje a Xirinacs tiene mucho que ver con la reinvención de la historia del nacionalismo". También el promotor cultural, Pere Camps, ha ironitzado al afirmar que "alguien tuvo un sueño de noche de otoño y escenificó lo que no era, pero que le habría gustado que fuera".
Por contra, tanto el vicepresidente del gobierno catalán, Josep-Lluís Carod-Rovira, como el fundador de CDC, Miquel Sellarés, han querido defender la obra de Joel Joan. Así, Carod ha afirmado que "la recreación de esta manifestación en el homenaje a Xirinacs es artísticamente legítima y políticamente oportuna". Sellarés, por su parte, ha manifestado que "si el PSUC se apropió de la imagen y hizo creer que la antifranquismo fue comunista, no veo por qué no puede hacer igual el independentismo".
El Periódico dedica también un semáforo negativo a Joel Joan, dado que consideran el acto "una muestra de manipulación histórica, pues es falso que la protesta fuera por la independencia". También en la mesa de Els Matins de TV3 han tratado el tema, donde ha habido unanimidad en censurar la representación teatral. El historiador Joan B. Culla ha reconocido que "no fui al Palau, pero las imágenes de televisión que vi me dañaron los ojos, estas cosas no se pueden escenificar sobre la madera del Palau. Aquellas manifestaciones no tenían carácter independentista"
Por su parte, el director del Periódico, Rafel Nadal, ha manifestado que allá "no se reivindicaba la independencia" y ha acusado Joel Joan de "manipular" con "unas escenas que no corresponden a la realidad". Finalmente, el periodista Jordi Sánchez ha manifestado que "el movimiento independentista era emergente a mucha pequeña escalera. No se puede llegar a esta reinterpretación, porque a quien hace daño es al independentismo. No tiene el menor asentido".
