El conseller de Economía, Antoni Castells, ha pedido un "reformismo regeneracionista" para evitar "la desafección y el desencanto", durante una conferencia en el Institut d'Estudis Catalans (IEC) bajo el título de "Autogobierno y ambición de país". Castells considera que "asistimos al agotamiento de un ciclo basado en un determinado sistema".
Para él, hay tres crisis graves que afectan a Catalunya: la económica, la de la relación Catalunya-España y una tercera que es el desencanto y la desafección hacia la política. Para Castells, tanto "querer ensuciarlo todo o taparlo todo, son igualmente perjudiciales y generan desencanto y el descrédito de la política y de las instituciones". Esto podría provocar "más abstención electoral y también fomenta alternativas antisistema imprevisibles que a menudo son protagonizadas por opciones demagógicas y populistas".
Castells ha defendido la necesidad de articular "un reformismo regeneracionista" basado en "el coraje, el liderazgo, la definición de un proyecto y la ejemplaridad de los servidores públicos", y ha considerado "especialmente detestable" que personas que están al frente de entidades con un alto nivel simbólico o de instituciones "no sólo no den ejemplo de honestidad sino que aprovechen sus cargos para dotarse de una impunidad" que no debe existir.
También ha denunciado que "en Catalunya hay un distanciamiento creciente en la implicación de los asuntos del Estado Español, y en España hay una hostilidad hacia Catalunya como no se había visto nunca y que se inició con la segunda etapa de la época Aznar".