El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pronunciado un discurso en el Parlament donde ha pedido al resto de fuerzas políticas que no tengan "ningún trato" con Vox, al considerar que esta formación representa el "fascismo".
Tras el discurso, el presidente se ha sentado en su escaño, pero muchos diputados -principalmente los independentistas- se han levantado para aplaudir sus palabras. Al ver la reacción de la cámara, Aragonés se ha vuelto a poner de pie para unirse a los aplausos hacia su persona.
Minutos antes, Ignacio Garriga haya denunciado el "silencio" del Govern ante la agresión de un grupo de "menas" a una "trabajadora" de la Cámara. También le reprochó que el Ejecutivo haga llamamientos a desobedecer la sentencia del Supremo que dictamina que el 25% de las clases en las escuelas de Catalunya deben ser en castellano. "Ustedes permiten que el español sea perseguido en las aulas", le ha espetado. Por último, ha reivindicado el artículo 155.