La cumbre entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha tenido pocos resultados prácticos pese a que el último no ha comparecido ante la prensa hasta las tres de la tarde pasadas.
El único acuerdo concreto ha sido una nueva reunión de la mesa de diálogo "a finales de julio" según ha anunciado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez García, en su comparecencia en La Moncloa. En esta ocasión estará en Madrid, pero sin sus presidentes.
La ministra también ha insistido en la llamada "agenda del reencuentro" y ha recordado los encuentros bilaterales en las últimas semanas. En cuanto a eventual medidas de gracia ha recordado que "estamos en posiciones muy diferentes" y ha defendido "el Estado de las autonomías y el título octavo de la Constitución". También ha reconocido que no se ha hablado de la reforma del delito de sedición, varada en el Congreso.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha hecho por su parte una valoración de menos de cinco minutos después de su encuentro en la Moncloa con Pedro Sánchez. Aragonés ha insistido en que es necesario "acabar con la criminalización y la represión" en alusión a las causas judiciales en curso.
Aragonés ha puesto también sobre la mesa el referéndum de autodeterminación para "decidir en libertad el futuro político del país". El catalangate ha quedado en segundo término pese a la polémica creada hace tres meses. El presidente sólo ha manifestado que hubo un "rotura de la confianza".