La decisión de JxCat de entorpecer la elección de Miquel Iceta como senador -en sustitución de José Montilla- para permitir su elección como presidente del Senado obedece también a un ‘ataque de cuernos’.
En caso de ser elegido, Iceta iría por delante del presidente de la Generalitat en los actos oficiales por razones de protocolo. Una situación similar se produjo a mediados de los 90 -tras la victoria del PP- con Joan Rigol, entonces en las filas de Unió.
El entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, no ponía ningún inconveniente. Al contrario, necesitado de los votos de CiU, consideró que era una buena iniciativa de cara a la federación y a Cataluña. Aznar, de hecho, hasta había ofrecido un ministerio a Duran.
Rigol tenía muchas opciones pero el acuerdo se desbarató porque el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, no vio clara la operación. Pujol nunca confesó abiertamente cuáles fueron las causas, pero en el protocolo el presidente del Senado va por delante del de la presidencia de la Generalitat.