El vicepresidente del Govern, Pedro Aragonès, y la portavoz, Meritxell Budó, han comparecido en rueda de prensa para anunciar nuevas medidas restrictivas por covid a una semana de las fiestas de Navidad. La comparecencia se tenía que hacer ayer jueves, pero se aplazó hasta primera hora de hoy previsiblemente por diferencias en las medidas a adoptar.
El vicepresidente Aragonès ha avisado de que "no será la Navidad que quisiéramos" y que "no podemos aceptar que se normalice la tragedia" mientras que la consellera Budó ha reconocido que "no vamos bien", pero ha insistido en que toman las decisiones "con transparencia y rigor".
El Govern, a dos meses de las elecciones, se resiste a pedir el estado de alarma, una posibilidad también que ofreció el Ejecutivo central a las comunidades autónomas. Aplicarlo afectaría sectores económicos claves como el de la restauración y podría influir incluso en el resultado electoral del próximo 14-F.
Pero el Ejecutivo que pide ahora a los ciudadanos extremar las precauciones es también el mismo que proponía Cataluña -incluido el Aeropuerto de El Prat- o aseguraba que, cuando recuperaran las competencias, no habría "tantos muertos" como dijo la portavoz en una entrevista radiofónica.