Sitges vivió el pasado fin de semana un botellón masivo en el que se concentraron cientos de personas en primera línea de mar. Este hecho se ha repetido en varias poblaciones catalanas a lo largo de todo el verano.
A pesar de este hecho, el Govern de Pere Aragonès sigue sin querer abrir el ocio nocturno, en esta ocasión con el aval del TSJC, que ratificó el cierre denunciado por el sector.
El Govern, sin embargo, aprobó eliminar las restricciones por covid y las limitaciones para las manifestaciones la misma semana de la Diada. Esto facilitó que entre 100.000 y 400.000 personas se reunieran sábado en Barcelona para reclamar la independencia.
