El consejero de Interior, Miquel Buch, ha tardado tres cuartos de hora en condenar la violencia desatada que se registró este pasado martes en Barcelona, tras la manifestación independentista de rechazo a la sentencia del proceso. Buch lo ha hecho en el turno de preguntas en castellano, cuando dijo que los disturbios de ayer son “intolerables”.
El consejero ha justificado su tardanza en condenar los hechos que el director general de los Mossos d’Esquadra, Pere Ferrer, -presente en la misma rueda de prensa- ya lo había hecho. En todo caso, Buch ha afirmado que “las imágenes que vimos ayer, con más de 150 incendios en la ciudad de Barcelona, con barricadas, con escenas de violencia, con más de 200 personas heridas, entre ciudadanos y policías, son unas imágenes intolerables”.
Previamente, Ferrer había asegurado que “en Barcelona es intolerable que se vuelva a repetir lo que pasó anoche”. “Los violentos que atentan contra el bien común no pueden tener espacio y, por tanto, desde ya mismo todos los cuerpos policiales intervinientes deben disponer de todas las herramientas que tienen a su alcance para poder afrontar esta situación”, ha advirtido.
A preguntas de e-notícies, Buch ha aseverado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha condenado la violencia, cuando no es verdad. Torra ha guardado silencio sobre los disturbios de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona. Ha dicho desde Caldes de Malavella que “es fantástico ver el pueblo movilizado”, pero se refería a las Marchas por la Libertad, en las que participa.
Sin embargo, el consejero de Interior ha insistido en que “el presidente ha hecho declaraciones públicas en las que condena la violencia”. “El presidente es una persona pacífica interiormente. No tiene otro camino que condenar la violencia, porque se lo cree”, ha añadido.
