El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha parado el transcurso de la sesión plenaria celebrada este miércoles en el Parlament para pedir la palabra a la presidenta Núria de Gispert y llamarle la atención por "permitir aplausos" a unos grupos más que a otros.
El debate celebrado en la cámara sobre la propuesta para crear una comisión de investigación para casos de espionaje político, impulsado por PP y C's, ha encendido los ánimos en el hemiciclo, hasta el punto de que Rivera ha parado la sesión para quejarse del trato diferenciado que, según él, recibe el grupo convergente.
"Que la cámara tome nota porque en esta sesión, en función de quién interviene y cómo interviene, se permiten o no aplausos", ha observado el dirigente, quejoso con la actitud de quien preside la sala y quien debe garantizar el desarrollo normal de las sesiones.
"Eso no es verdad", ha replicado la presidenta De Gispert entre los silbidos de algunos parlamentarios. "Vigilen sus expresiones, las suyas y las de otros grupos", ha dicho dirigiéndose a la bancada del PP, que era de donde procedía más ruido.
De Gispert les ha advertido que ante el talante crítico de algunos diputados podría llamarles al orden. "No me gustaría decirles por su nombre, pero lo acabaré haciendo, y serán ustedes los que quedarán en evidencia", ha concluido.
La situación no se ha agravado, y tras negar un trato de favor a ningún grupo parlamentario y de concluir el punto del orden del día que se estaba debatiendo, los parlamentarios han dado la situación por terminada.