La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha condenado "los hechos de violencia" que fue el sábado en Barcelona como el intento de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana con un agente dentro y ha apoyado el cuerpo policial. "La violencia nunca está justificada, nunca es el camino. Sobre todo si pone en peligro la integridad de las personas, como ha ocurrido con los incendios en Barcelona", sentenció.
Estas declaraciones contrastan con la decisión de la alcaldesa de suprimir la unidad de antidisturbios de la Guardia Urbana en 2018 y crear otra unidad de características y funciones similares. El 14 de febrero de 2019, el consistorio barcelonés aprobó "la modificación del organigrama de la Gerencia de Seguridad y Prevención en el ámbito de la Guardia Urbana". En este sentido decidió "extinguir la Unidad de Apoyo Policial de la División de Seguridad e Investigación de la Gerencia de Seguridad y Prevención".
Al mismo tiempo anunció la "creación de la Unidad de Refuerzo para las Emergencias y Proximidad adscrita a la División de Seguridad e Investigación de la Gerencia de Seguridad y Prevención". Entre las funciones que le fueron atribuidas consta la de "colaborar con las fuerzas y cuerpos de seguridad en la protección de manifestaciones y en el mantenimiento del orden en grandes concentraciones humanas", como es el caso.
Este nuevo organigrama tenía como "tareas específicas" asegurar "la convivencia y la seguridad ciudadana", así como la "prevención y gestión de emergencias". También actuó como refuerzo en "dispositivos de seguridad en espacios o acontecimientos de especial complejidad o riesgo". También "proteger las autoridades municipales y los actos, espacios públicos y edificios en situación de riesgo especial", entre otras funciones.