El incidente de este domingo en Vidreres (Girona), en el que diecinueve personas resultaron heridas durante el encierro de la localidad ha vuelto a poner de manifiesto el polémico blindaje que el Parlamento hizo de esta tradición, sólo dos meses después que la Cámara aprobara la abolición de las corridas de toros en Cataluña. La abolición de las corridas de toros por parte del Parlamento de Catalunya se produjo un mes después de que el Tribunal Constitucional hiciera pública la sentencia sobre el Estatuto de Catalunya de 2006.
El Parlamento de Catalunya aprobó el 22 de septiembre de 2010 blindar los correbous con los votos de CiU, ERC, PP y la mayoría de los diputados del PSC. La votación para blindar la fiesta se produjo sólo dos meses después de que la misma Cámara aprobara la abolición de las corridas de toros el 28 de julio del mismo año.
A pesar de que la regulación aprobada restringía estos espectáculos a las "localidades y fechas en que tradicionalmente se han celebrado", CiU y ERC fueron objeto de críticas por promover la preservación de los correbous dos meses después de votar la abolición de las corridas de toros, acusándolos de una clara intencionalidad electoralista e identitaria y menospreciar otros argumentos. En las Tierras del Ebro hay una gran afición a los toros y ninguna de las dos formaciones políticas estaba dispuesta a renunciar al electorado del sur de Tarragona.
Las diferencias entre los correbous, donde el animal es sometido a una gran dosis de estrés -sobre todo en las modalidades del toro enlazado y embolado- pero no muere, con las corridas de toros, donde el animal termina muriendo durante el espectáculo, fue argumento suficiente para justificar el blindaje de esta tradición entre ambos partidos políticos.
Convergentes y republicanos cambiaron el sentido de su voto respecto a las corridas en argumentar que en los correbous no se mata al animal, mientras Iniciativa y Ciudadanos denunciaron el interés electoral que hay detrás de la iniciativa. El incidente en Vidreres ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de los correbous y la ley de 2010 que los ampara.