La gestión del gobierno de Quim Torra los rebrotes de coronavirus especialmente en la provincia de Lleida puede repercutir negativamente sobre los resultados electorales del independentismo en las próximas elecciones catalanas, aunque sin fecha, pero previstas para el otoño de este año.
La circunscripción de Lleida está representada con 15 diputados en el Parlament, de los cuales, actualmente, once son de formaciones independentistas. La lista de JxCat -encabezada por Josep Maria Forné- fue la más votada con seis escaños y más de 78.000 votos, seguida de ERC que obtuvo cinco representantes y sumó unas 64.400 papeletas. La CUP, en cambio, se quedó sin representación. El resto de diputados por Lleida son tres de Ciudadanos y uno del PSC.
La actuación del Ejecutivo catalán ante los nuevos casos de coronavirus, sin embargo, podría poner fin al dominio de JxCat y ERC en la provincia. Estos últimos días se han escuchado voces contrarias a las medidas adoptadas por el Govern. El sector empresarial de Lleida, por ejemplo, acusa de “improvisación” a las administraciones y critican que la Generalitat haya apostado por el confinamiento del Segrià en vez de hacer “microconfinamientos” allí donde haya brotes.
“Muchas empresas de Lleida posiblemente no moriremos de la Covid-19, sino de hambre”, afirmó este jueves el presidente de la Cámara de Comercio de Lleida, Jaume Saltó, en una reunión con representantes económicos de la zona. En el mismo encuentro, el presidente de Pimec Lleida, Manel Llaràs, expresó la “poca confianza” que tiene en los políticos.
Torra se escudó durante el estado de alarma en que no tenía competencias para afrontar la pandemia. De hecho, en un artículo en La Vanguardia el pasado 17 de mayo pidió la independencia de Cataluña “por la vida” y calificó de “grave error” el plan de desconfinamiento del Gobierno español.
Incluso la portavoz del Ejecutivo catalán y consejera de Presidencia, Mertixell Budó, aseguró que en una Cataluña independiente “no habría habido tantos muertos ni tantos infectados”. Ahora, desde el fin del estado de alarma, las competencias vuelven a recaer en la Generalitat y de ella depende las medidas para contener los rebrotes.