El Govern de la Generalitat ha mantenido una actitud diferente con la Ley Montero, que ha propiciado que cerca de 130 agresores sexuales hayan visto rebajadas sus condenas, que con el ex director de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo, acusado de agresión sexual a una de sus trabajadoras.
Mientras que tanto el conseller Elena como la consellera de Igualtat, Tània Verge, dieron "todo su apoyo" a la trabajadora de Gordillo y condenaron de facto al periodista, se mostraron más indulgentes con la ministra.
En relación al caso Gordillo, Verge aseguró que "no va de sexo, va de poder". "Se acabó la impunidad", sentenció. También pidió "que se levanten las alfombras y afloren todos los #MeToo".
Por contra, Verge salió en defensa de Irene Montero y aseguró en una entrevista en RTVE el pasado 21 de noviembre que "la ley es necesaria. La interpretación de algunos jueces y juezas no tiene en cuenta toda la aplicación del artículo".
"Lo que está sufriendo la ministra Montero es violencia política. El acoso personal que se le hace a ella tiene que ver contra la reacción contra el feminismo. Es por el hecho de hacer políticas mujeres: una feminista que quiere hacer políticas feministas para sacudir el statu quo", consideró.
Sin embargo, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha asegurado hoy en rueda de prensa que Verge "es favorable a revisar la ley" de Montero. "Es incuestionable la lucha de este Govern contra las agresiones sexuales", ha sentenciado.