El secretario general de Cultura, Pau Villòria, tuvo que ejercer por delegación los votos del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; y del conseller de Cultura, Santi Vila, en el Consorcio del Palau de la Música. Dos votos, que junto con el suyo, permitió tumbar la intención del Ayuntamiento de Barcelona de acusar a Convergencia Democrática de Catalunya y a la empresa Ferrovial en el caso Palau.
La propuesta del consistorio, que se puso sobre la mesa este pasado viernes en la reunión del comité ejecutivo del Consorcio de la institución musical, no prosperó porque los dos representantes del Ayuntamiento se quedaron en minoría ante la ausencia de los dos representantes del Ministerio de Cultura y los tres de la Generalitat: el presidente, Carles Puigdemont; el conseller de Cultura, Santi Vila, y su número dos, Pau Villòria.
De acuerdo con esta decisión, el Consorcio del Palau sólo acusará a los ex responsables de la institución musical, Fèlix Millet y Jordi Montull, el saqueo de la entidad, mientras que quedarán al margen CDC, su extesorero, Daniel Osàcar, así como los responsables de Ferrovial.
La firma de Villòria también está detrás de otra decisión polémica del Govern como fue la privatización d'Aigües Ter Llobregat (ATLL), la empresa que abastece de agua a las compañías suministradoras del área metropolitana de Barcelona y otras comarcas adyacentes.
Villòria, entonces secretario general de Territorio y Sostenibilidad en funciones, fue el responsable de firmar -en vez del conseller del ramo Lluís Recoder- con Acciona el contrato de la gestión de ATLL por un periodo de 50 años y por un valor de 1.000 millones de euros.