El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha sido el único miembro del Govern que ha mantenido su agenda oficial para este lunes 6 de diciembre, pese a ser festivo con motivo del Día de la Constitución.
Aragonès se ha desplazado hasta la Bisbal d'Empordà, Girona. En declaración a los medios ha asegurado que "la Constitución se ha manifestado claramente como una herramienta para limitar las aspiraciones de nuestro pueblo".
"El Govern de Cataluña no quiere reforma alguna de la Constitución Española, lo que quiere es una Constitución catalana y culminar con éxito el proceso de independencia", ha afirmado el presidente de la Generalitat.
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha sido la otra excepción. Durante este lunes ha mantenido su visita institucional al Ayuntamiento de Espinelves y a la 40ª Feria del Abeto, que se celebra en la localidad gerundense.
El Ayuntamiento de Badalona actuó de forma similar en 2016, cuando Dolors Sabater era alcaldesa. Algunos miembros de la corporación municipal acudieron a sus puestos de trabajo pese a ser festivo. Acción que tuvo lugar a pesar de la investigación abierta por desobediencia de mandato judicial de cierre del 12 de octubre del mismo año, Día de la Hispanidad.
Aquel 2016, cargos electos del PDECAT, ERC, la CUP y Demòcrates de Catalunya de al menos 300 ayuntamientos adheridos a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) trabajaron como muestra de rechazo a la Constitución.
Hace menos de dos meses el Govern decidió trabajar por el día de la Hispanidad. El Ejecutivo programó su reunión semanal en el Palau de la Generalitat el 12 de octubre por la mañana. Además, ese mismo día, el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, y el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, asistieron a la 59ª edición del Salón Náutico Internacional de Barcelona y la portavoz, Patrícia Plaja, informó en rueda de prensa de los acuerdos del Govern.