El presidente del Govern, Pere Aragonès, que ha sido investido este viernes nuevo presidente de la Generalitat, fue uno de los activistas de las juventudes de ERC (JERC) que en 2005 se encadenó a la cadena Cope, contra lo que consideraban "el odio" que propagaba la emisora hacia Cataluña, tal como él mismo recuerda en su libro "Pere Aragonès, el independentismo pragmático" escrito por Magda Gregori. Aragonès protagonizó la acción junto con cuatro activistas en la sede de la emisora en Madrid durante la campaña de reforma del Estatuto.
"Con 21 años, fue elegido portavoz nacional, un cargo que revalidó en 2005. Aquellos años promovió y protagonizó diferentes acciones reivindicativas, como una bien sonada frente a la sede de la cadena Cope en Madrid, que tuvo lugar el 30 de noviembre de 2005. Durante la campaña de la reforma del Estatuto hicimos diferentes acciones de propaganda y protesta. Era, también, la manera de salir en los medios de comunicación" explica en el libro.
"La COPE era un poco la bestia negra y hicimos una encadenada, sin candado (se ríe), por si nos teníamos que escapar corriendo. También vinieron Joan Tardà y Joan Puig, diputados de ERC en Madrid. Hicimos la acción, que duró media hora, y vino la Policía Nacional, pero no se produjeron detenciones. Buscábamos acciones pacíficas, pero también vistosas" apunta.
Aragonès, junto con cuatro miembros de las juventudes de Esquerra, estuvo unos minutos encadenado a las rejas de las ventanas del edificio, donde colocaron una pancarta donde se podía leer "Paremos la cadena del odio". La Policía Nacional identificó a los cinco miembros de las JERC y éstos abandonaron la protesta.
En el libro, Aragonès recuerda algunas de las otras acciones que llevaban a cabo desde las JERC en aquellos años. "Nos movilizábamos unas doscientas o trescientas personas, no más. Circulábamos con pancartas por la Rambla y la gente, que estaba haciendo las compras de Navidad, nos miraba con cara extraña. Éramos, todavía, cuatro gatos" explica.
