El Síndic de Greuges ha protagonizado en los últimos meses varios episodios que han cuestionado la imparcialidad de la institución que representa. En lo que llevamos de 2019, Ribó ha hecho firmar al expresidente Maragall un manifiesto de apoyo a los dirigentes independentistas presos a pesar de su condición de enfermo el alzheimer y ha dado la excusa perfecta a Torra para obedecer la Junta Electoral respecto a la retirada de la simbología política de los edificios públicos durante la campaña. La más reciente fue este martes por la noche, cuando el diario El País publicó en exclusiva que un empresario de la trama del 3% le habría pagado un viaje a la final de la Champions en 2015.
Rafael Ribó comenzó el año utilizando la firma del presidente de la Generalitat Pasqual Maragall en un comunicado conjunto publicado el 16 de enero en el que pedía garantías para los acusados en el juicio del 1-O. El escrito proponía "medidas alternativas a la privación de libertad en centro penitenciario". El documento, también estaba firmado por expresidentes de la Generalitat y expresidentes del Parlament.
La firma de Pasqual Maragall en el texto propició críticas sobre la ética de esta incorporación. Una de las voces críticas vino del Colegio de Médicos de Barcelona. Su presidente, Jaume Padrós, criticó el Síndic de Greuges por haber incluido el nombre del expresidente al documento a través de un tuit en su cuenta de twitter.
"Estoy muy a favor del contenido de la carta de los expresidentes de la Generalitat que pide la excarcelación de los presos políticos. Pero como médico no puedo aceptar que se utilice al presidente Maragall, que se encuentra afectado por una enfermedad que le incapacita para tomar decisiones", escribió Padrós en twitter. "El estado actual de la enfermedad que padece no le permite tomar ninguna decisión de esta trascendencia. Es un principio ético" escribió en un segundo mensaje.
La hija del expresidente y portavoz de la Fundación Pasqual Maragall, Cristina Maragall, contestó el mensaje de Padrós agradeciéndole su posicionamiento. "Muchas gracias Jaume. Totalmente de acuerdo, hay respeto y rigor para abordar estos temas. La complejidad de la demencia no se resuelve en un tweet".
La recomendación del Síndic de retirar "de forma excepcional" los lazos amarillos y las esteladas de las dependencias de la Generalitat durante el periodo electoral el pasado 20 de marzo fue la excusa perfecta para Torra para hacer ver que no hacía caso del orden de la Junta Electoral Central.
Rafael Ribó ayudó al presidente Torra, apelando a "la necesidad excepcional de preservar escrupulosamente la neutralidad ideológica de los poderes públicos durante el periodo electoral". La decisión del Síndic aligeró al Govern, sobre el que pesaba una instrucción expresa de retirar la simbología política de sus edificios.
Este martes por la noche el diario El País publicó que el empresario Jordi Soler, vinculado a la trama del 3% habría pagado el viaje del Síndic de Greuges en Berlín, en 2015, para ver la final de la Champions League que enfrentó al Barça con la Juventus, según un informe de la Guardia Civil al que el rotativo tuvo acceso.
En el informe, la Guardia Civil sostiene que Soler abonó los gastos del viaje a altos cargos del Gobierno de Artur Mas y a otras personalidades para "obtener un trato favorable" de las autoridades. Una de las personalidades a las que habría pagado el viaje sería al Síndic de Greuges, Rafael Ribó.
Rafael Ribó también se posicionó cuando Llarena suspendió de cargos públicos los dirigentes independentistas presos y aseguró que ésta "no es aplicable a los diputados procesados por el 1-O". A través de un comunicado, el Síndic negó que "una vez firme el procesamiento por rebelión" corresponda "la suspensión automática de las personas procesadas" porque, según él, se haría "aplicando una previsión legal reservada para casos diferentes".