El Periódico considera
en un editorial que "lo mínimo que se puede decir de Joan Carretero
desde que se clausuró la asamblea de Reagrupament, el pasado domingo,
es que resulta un líder sorprendente, dispuesto a defender un programa
chocante".
"No sólo propone declarar
la independencia de Cataluña mediante una simple votación en el
Parlamento, crear un ejército y una Guardia Nacional, organizó un cuerpo
diplomático y no considerar el español lengua cooficial, sino que ha
confeccionado un esbozo de Constitución catalana en la que la
nacionalidad queda sujeta a
condiciones no especificadas. Seguramente, es mejor que deje las cosas
en este punto, sin entrar en detalles, para no desconcertar aún más la
concurrencia ", consideran.
"Es difícil imaginar cómo casa este programa sin fisuras, que defenderán candidatos de una fidelidad sin mácula, según exigencia manifestada por Carretero, con el proyecto de Joan Laporta de unir el independentismo bajo un único paraguas. Es casi imposible pensar que Carretero y Laporta, o viceversa, pueden atraer a otros a su causa si, de entrada, el ex consejero no quiere que en sus listas figuren los que discrepan con sus puntos de vista", añade.
"El independentismo forma parte, desde la transición, del arco parlamentario catalán. Como cualquier otra opción, concurre a las elecciones desde entonces, con desigual suerte y diferentes siglas. Pero nunca como ahora se ha manifestado con una mezcla de populismo y de radicalidad desgarrada, por no decir inquietante, cuando la catalanidad, en un hipotético futuro independiente de España, se asocia a no se sabe qué requisitos. En una sociedad tan plural como la catalana-el Barça es un buen ejemplo-, Carretero se ha desbocado", concluye.