El Gobierno español, encabezado por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha puesto del lado de Marruecos y ha apoyado por primera vez su propuesta de autonomía por el Sáhara Occidental. Termina así con la neutralidad mostrada hasta delante del conflicto del Sáhara, que se inició con la Marcha Verde en noviembre de 1975.
La casa real marroquí ha difundido una carta que Sánchez ha enviado en el rey Mohammed VI. En ésta el ejecutivo español acepta la fórmula de autonomía que propone Marruecos, ya que lo considera la "base más seria, realista y creíble para la resolución" del conflicto.
Este posicionamiento supone un cambio a la postura que ha mantenido históricamente Madrid, que se ha alineado siempre con las resoluciones de Naciones Unidas y ha evitado apoyar a Marruecos o al Frente Polisario, dos partes enfrentadas para reclamar su soberanía.
En un comunicado posterior, la Moncloa aseguró que desde este viernes España inicia una "nueva etapa de la relación" con Marruecos basada en el "respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente".
Todo ello para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países", añadieron en el comunicado. España también se comprometió a la "cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y 'Atlántico.