La abogada Sílvia Requena ya disputó a Francesc Homs ser cabeza de lista de CDC en las elecciones del 2016. Perdió las primarias, claro: 77% para el ex consejero y un 20% para ella. Ahora vuelve pero como cabeza de lista de Convergents, una de las escisiones de la antigua Convergencia.
- Usted es masoca porque ya disputó fue cabeza de lista a Francesc Homs.
Es verdad. Yo me preparé aquella vez, sabía que era difícil porque eran sólo doce días, pero lo intenté.
- ¿Si hubiera ganado tal vez no estaríamos como estamos?
Es cierto (ríe). Esta es una muy buena observación.
- Es una pregunta.
Sí, sí pero yo lo afirmo.
- No sé si peor podemos estar, tal vez un poco mejor sí.
Sí, sí un poco mejor podríamos estar.
- Ahora se vuelve a presentar por Convergentes, ¿lo tiene difícil?
Sí, soy consciente.
- Sólo llevan un año de vida.
Es un partido de nueva creación, pero esto también se una ventaja. Te lo puedes mirar como una cuestión de inmediatez o como que me gustan los recorridos de medio plazo. Pienso que es una apuesta que hoy ya visibiliza una necesidad aunque el resultado ahora sea un resultado pequeño.
- ¿Convergents son los críticos de la antigua Convergencia?
Somos los disidentes y los resistentes de la antigua Convergencia pero con apuestas renovadas con una mirada clara de la sociedad catalana actual. Nosotros no miramos románticamente o con nostalgia lo que fue Convergencia, la vemos en cambio como una herramienta de la cual muchos de sus valores o maneras de hacer serían útiles en según qué contextos a partir de ahora, pero con gente de la absoluta convicción que la transición política española se ha agotado, por lo tanto tenemos que tener muy claro que el pacto constitucional aquel debe rehacerse.
- Pero usted también critica la Transición, porque ahora está de moda criticar la Transición.
Yo critico que esté agotada porque se ha llegado hasta donde ha llegado, que es haber roto por ambos lados todo lo que eran las cuestiones fundamentales de aquel pacto. Para mí por ejemplo un Estatuto de Catalunya que pudiera ser llevado a hacer un recurso contra él tras ser refrendado comprenda que es una declaración de un conflicto político.
- Lo que pasa es que todo el mundo sabía que aquel Estatuto no pasaba el filtro del constitucional.
Sí pero esto es otra cosa. La realidad es que hoy no tenemos Estatuto, legitimado no lo tenemos, porque detrás del pueblo no puede haber nada. Sí, pero este control posterior venía de una ley del aborto socialista. Felipe González quería de alguna forma evitar la ley del aborto que él tira adelante en el 82 o 83 no lo recuerdo, pues no tuviera ninguna clase de tachuela de impugnación y por tanto dice “me elimino el control previo”.
- ¿Usted cree que el proceso nace con la sentencia del Estatuto?
Sí, de hecho el proceso es el caldo de cultivo para que Artur Mas salga y diga de manera clara que a partir de ahora referéndum.
- Pero la Diada del 2011 eran 10.000 personas en la calle, yo estaba allí, y la sentencia fue el 2010.
Sí, pero eso es lo que sirve para cambiar y configurar unas nuevas mayorías en Catalunya, especialmente soberanistas. Eso sirvió como estrategia para que Esquerra y Convergencia comenzaran a hablar y a cambiar ese esquema aritmético.
- ¿Y eso no se hizo desde arriba?
Sí, claro que se hizo desde arriba.
- Eso de que el proceso es desde abajo a arriba no me lo creo.
Sí. El proceso fue algo mucho más dirigido de lo que se dice, en cambio el presidente Mas dijo que se estaba escuchando a las entidades importantes en Catalunya (Òmnium, ANC, etc.) pero yo siempre le dije que son asociaciones, si quieren hacer política que se hagan partidos políticos.
- Entonces fue una operación dirigida desde arriba, pero TV3 también debía influir.
Bueno, no sé si directamente desde arriba, lo que yo creo es que como Artur Mas en ese momento también necesitaba exhibir que podía liderar algo después del portazo que le dio Mariano Rajoy cuando fue a verlo en Madrid. Es una estrategia como cualquier otra. Yo lo que puedo decirle del presidente Mas es que es un ganador, él es una persona que si no es para ganar ya no se pone. De hecho es demostrable, un señor con una resistencia, se presenta, le hacen la pinza..., vuelve a presentarse, le hacen la pinza..., creo que es positivo.
- Perdone que discrepe, ganador este señor, lo ha roto todo, no existe ni Convergencia.
Esto fue después. Es el que nace en aquel congreso del que hablábamos, el del Forum. Sí, todo menos convergente. Es evidente que alguna responsabilidad sí que hay, pero en la parte previa del por qué estamos aqui. Creo que él vuelve honestamente tras encontrarse con un hecho -que yo siempre he sostenido- que es que en España no están gobernados por polítcos, están gobernados por altos funcionarios del Estado. Entonces yo me pregunto: cuando uno está persuadido de ser un funcionario público, un servidor público y siempre se ha dejado dirigir ¿quién toma las grandes direcciones?
- Si en España están gobernados por altos cargos, ¿aquí por quién estamos gobernados?
Por nadie. Aquí estamos gobernados por un líder del movimiento activista. Antes, yo creo que teníamos un presidente, un presidente que, al parecer, creyó realmente en esta idea romántica de unirse en todo lo que era el soberanismo, entonces el soberanismo lo traiciona. Eso es una verdad empírica: el famosa abrazo de la CUP. Yo era miembro de la lista de Junts pel Sí en el 2015. Era una lista que daba ilusión al menos románticamente. La recuperación de la tradición de la República catalana de ERC que también merecía tener un impulso dentro de casa y una generosidad muy grande por parte de Convergencia, porque Convergencia era un partido mucho más moderno. Yo creo que eso fue algo honesto al principio. Lo que pasa es que luego se vio, durante toda la campaña y al día siguiente cuando no lo consiguen y sacan 62 más 10 de la CUP, que esto fue un desastre. Algo estuvo haciendo alguien por ahí que no se explica, yo creo que es cortarte los pies.
- Ya sé que usted es abogada, yo ahora haré de abogado del diablo, ¿no nos enredaron un poco? Con el 47,5% no puedes hacer la independencia.
Sí, a mí la primera. Yo creo que nos enredaron cuando los dos tercios desaparecieron de la ecuación. Hubo alguien, llamado Quico Homs en este caso, que dejó a todos como asombrados el día que dice: “si dos tercios son sustituibles por un referéndum” y claro, dos tercios siempre son de la mayoría parlamentaria, entonces esto era una poco complicado. Es alucinante que todos al unísono -excepto yo y no me quiero poner ningún medalla- lo viera. Yo en una ejecutiva eso lo puse sobre la mesa. No puedes disfrazar la realidad.
- ¿Y recibió muchos palos en aquella ejecutiva?
No, algunos me valoraron mucho la aportación. Yo lo que decía es que el 9N, una vez suspendida esta idea de la consulta por el Tribunal Constitucional, y no tenemos por tanto dos tercios del Parlament, lo que tenía que haber hecho era eso: convocar a la gente para ir a depositar un documento y ser directamente personados en el TC como personas que se personan en la causa de la suspensión. Esto huviera estado muy bien.
- Yo siempre que cubría un consejo nacional de Convergencia o una reunión de la dirección de Convergencia y después hacían rueda de prensa, siempre me preguntaba: ¿qué aplauden? Porque tenía la sensación de que ya no iban bien y en los consejos nacionales veías a trescientas personas de pie aplaudiendo los discursos.
Esto sr. Rius también debe saber que había muchas barrigas agradecidas. Los partidos, si no están compuestos de personas de la calle que no deban agradecimiento al sr. feudal, son disfunciones democráticas. Yo siempre lo he dicho: soy una activista que creo en la democracia, por lo tanto, lo que siempre he hecho es dedicarme a la política intentando cambiar las cosas desde dentro, que es como se tiene que hacer. Pero sí me quedé en franca minoría, yo era la presidenta de las mujeres y también de la sectorial que se llamaba de derechos civiles y políticos.
- Ya sé que con Francesc Homs usted no debe tener una buena relación, por curiosidad, ¿cómo pudo ser el “dueño de Palau” como lo bautizó algún periodista, el gurú del proceso?
Él menos seguramente conmigo que yo con él. Él se rodeó de juristas que son de reconocido prestigio como por ejemplo en Viver Pi i Sunyer y otra gente.
- En cierto modo, nos llevaron al desastre.
Bueno, son tesis. En la vida no hay matemáticas, es decir, el derecho no se puede confundir con la aritmética, no es una ecuación. Yo creo que es honesto cuando se hace el planteamiento de: "¿y esto por qué no?" Pero hombre, era una probatura tan compleja que esto te lo tienen que comprar, y si te lo compran muchos, de acuerdo. Es como las tesis en derecho, si vienen muchos detrás significa que has acertado.
- Él tuvo un papel capital en el proceso.
Completamente. Yo lo que creo és que quien no sabe nada de derecho, es Francesc Homs, no entiendo que hace allí en la Sala tercera, pero bien. Al menos yo soy una profesora de derecho, tengo veinte años de experiencia profesional, me he puesto la toga muchas veces, y él en ese momento no había ejercido, había hecho de político desde el día siguiente de salir de la carrera.
-Imaginemos que usted sale elegida diputada, que además es la diputada que puede inclinar la balanza y que tiene una reunión con Pedro Sánchez o Casado, ¿qué le diría?
La primera cosa: el 155 ya lo puedes poner en la papelera de la historia. Aquí no se puede hablar con términos de amenaza porque si no vamos muy mal. Quiero una Constitución catalana, porque creo que lo que pasa en Catalunya es que no tiene un Estatuto legitimado, y ya no le diremos Estatuto, le podemos decir Estatuto Constitucional… o algo así, pero está claro que cuando Catalunyaa en el 79 lo que le dice al Estado es que quiere dos tercios de todas sus aprobaciones por consenso es porque le dice: te miro a la cara y somos iguales.
- Pero una constitución catalana es un nuevo Estatuto porque le dirán que no cabe en la Constitución.
Pero es una forma de decir que es un Estatuto que no puede tumbar ningún Constitucional, ningún tribunal. Por lo tanto le decimos Constitución. En el 79 estaba el lema de "Libertad, Amnistía, Estatuto de Autonomía", pero considero que hoy para remacharlo un poco debería ser "Libertad, Amnistía y Constitución catalana", porque sino no se coniderará a la Catalunya de los dos tercios. Me da igual con quien nos tengamos que entender en Catalunya, mientras estén de acuerdo en que aquí tenemos que remar por la soberanía catalana, para tener un concierto económico y disponer de todo aquello que no tenemos. Mire, Ramón Tamames me gustó mucho porque dijo algo que hace muchos años que decimos algunos: "tú puedes ser un Estado independiente, puedes ser un Estado dentro del Reino de España, y no pasa nada". Pues ya está, no pasa nada, planteamos hacernos algo más realizable ahora que ya has visto como son los dientes del lobo.
- ¿Cómo se arregla el proceso?
Con la amnistía lo primero que haces es relajar el ambiente. El indulto será la solución. Esto de los indultos lo está diciendo el PSOE. Yo me atrevo a ir un poco más allá y me atrevo a decir amnistía para los presos procesados y para la gente que está en el exilio. Se debe hacer una amnistía a todos los que hoy están imputados, no importa si están en prisión o en el exilio.
- ¿Y la amnistía debe ser después de la sentencia?
Para mí, debe ser antes para mí. Sí, porque la sentencia lo único que te consiente es el indulto, debido a que ya hay una condena.
- ¿El Poder Judicial no se pondría de uñas?
No, porque es una cuestión de poder público, es una decisión del poder público. Que es muy difícil porque algunos buscan un escarmiento para que esto no vuelva a pasar, lo entiendo. Pero es que la amnistía a lo mejor puedes hacerla de los delitos gordos, por lo tanto es evidente que al menos tendrán una desobediencia y eso es lo que le ha pasado a Mas, Homs y a todos que al final los tienen inhabilitados.
- Es evidente que para la justicia española algún tipo de delito es haber hecho el 1-O.
Es así, pero si eliminas de la ecuación los que son graves, los de la prisión, esto ya relaja mucho el ambiente porque sabes que esto acabará con multas como la del Mas, inhabilitaciones para desarrollar el cargo por un tiempo determinado. Esto ya no es tan grave, ya no afecta a todo un entorno familiar, un entorno de las amistades. El pueblo se está viendo allí reflejado en el juicio aquel y tiene rabia e incluso tiene sentimientos emocionalmente confrontados porque no le gusta haber sido pegado. ¿De qué forma se pueden destensar estas tensiones? Yo creo que con un relajamiento, primero relajar el ambiente. Después evidentemente haciendo propuestas, por eso yo cuando digo aportar, porque yo no veo a nadie haciendo ninguna propuesta. Ni a Pedro Sánchez ni a los demás, claro. Si los demás lo único que dicen es autodeterminación, ¿pero que no lo han visto que ahora necesita destensar esto? Esto ha sido tan grave.
- Yo creo que en Palau no lo ven.
Es por eso que estamos ante ciegos que no quieren ver. Aquí creo que deben entrar ahora personas realistas que, sin ninguna renuncia, sepan dónde están los límites. Me parece que en política también hay límites y no puedes estar dando de narices contra la misma pared cada día. Esto lo que genera es nada.
- No sé si el juez Marchena estaría de acuerdo con la amnistía, pero dejémoslo aquí.
El juez no lo hace tan mal. Yo quiero decir a favor de él que es muy difícil un juicio donde te están grabando todo el tiempo.
- Y la polémica de los vídeos después o antes, usted cree que esto... porque claro el juez dice que todos los vídeos se verán pero las defensas se quejan.
Con cierta razón por la inmediatez. Hay un principio jurídico que es el de la inmediatez del juicio, por lo tanto la prueba se practica normalmente en la unidad de acto por eso, para que después no pueda haber interpretaciones y por tanto para darle al juez la herramienta de la prueba en el momento que está pasando la declaración. Lo que pasa es que probablemente haya tenido mucho que ver en la decisión el hecho de que esta causa sea macro. Hay tantos testigos que lo no puede es estar permanentemente mirando un vídeo. Por lo tanto debe entenderse desde una óptica de la economía procesal, que es como él lo está enfocando, como también se debe entender que mis compañeros de profesión protesten. / Una entrevista de Xavier Rius.