Los casos de espionaje a los líderes independentistas, destapados por la revista The New Yorker, con el programa informático Pegasus han provocado tensiones entre el Govern, liderado por Pere Aragonès, y el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Aragonès, en una entrevista en RAC1, ha advertido esta semana de que "si no se asumen responsabilidades será muy difícil que continúe la estabilidad parlamentaria". "En estos momentos está muy dañado" el pacto entre ERC y el PSOE, afirmó.
Sin embargo, pese a las amenazas del presidente de la Generalitat, todo indica que Esquerra Republicana de Catalunya no retirará su apoyo en Madrid al Gobierno de Pedro Sánchez.
De hecho, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ya advirtió el pasado mes de septiembre de las consecuencias que provocaría el fracaso de las negociaciones entre el Gobierno central y el Ejecutivo catalán.
"Si fracasa la mesa, no decepcionará sólo al independentismo. También decepcionará a la izquierda española. Y si decepcionan, PP y Vox entrarán en Moncloa. Nos irá mal a todos y todas", aseguró Rufián en el Congreso.
Unas declaraciones por parte del máximo representante de ERC en Madrid que hacen pensar que la formación no optará por retirar el apoyo al PSOE, ya que en el mismo septiembre Rufián afirmó que "si Vox llega a Moncloa significa, seguramente, la legalización de ERC, CUP, Junts, BNG, Bildu, Unidas Podemos... y problemas muy graves para el PSOE".