El director general de Administración de Seguridad, Jordi Jardí, ha sido imputado por un juez a raíz de la denuncia de Ciudadanos por los cortes diarios de la avenida Meridiana que se producen desde hace más de trescientos treinta días. Fuentes oficiales del Departament de Interior han afirmado que se abre este tema "no diremos nada".
Jardí es el encargado de autorizar los cortes y desde el año 2015 planifica las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana en Cataluña, al tiempo que coordina la técnica operativa de las policías locales catalanas.
En una entrevista a un canal de televisión de las Tierras del Ebro en octubre de 2019, en plenas protestas por la sentencia del 1-O, l'alt càrrec del Govern aseguró que la responsabilidad de los Mossos era "defender el derecho de manifestación de la gente".
Los cortes de la avenida entre el 15 de octubre y 8 de diciembre de 2019 se hizo sin autorización de Interior, que posteriormente sí las ha permitido. Así lo denunció el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, que aseguró que durante casi dos meses "estas manifestaciones no fueron comunicadas".
Jardí es actualmente mosso en excedencia, y durante dieciséis años ha sido alcalde de Tivissa (Ribera d'Ebre) por CiU y el PDeCAT. Antes de su carrera política fue profesor de educación física y técnico deportivo, e ingresó en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra en 1993.
Militante de CDC desde 2001, Jordi Jardí fue primer delegado de Deportes de la Generalitat en las Tierras del Ebro (2002-2003), y después alcalde de Tivissa, en 2003. Su implicación política hizo que cogiera el excedencia del cuerpo de Mossos en 2002.
Durante los dieciséis años que ha sido alcalde -hasta el 2019- Jardín ha compaginado esta tarea con otros cargos. Entre 2004 y 2005 fue presidente comarcal de CDC, y durante el mandato 2011-2015 ostentó la presidencia del Consejo Comarcal de la Ribera d'Ebre.
Su salto a la dirección general de Administración de Seguridad se produjo en julio de 2015, en sustitución de María Teresa Casado. Llegó de la mano de Jordi Jané, que tomaba el relevo de Ramon Espadaler como conseller de Interior, quien marchó por las tensiones entre CDC y Unió por el proceso independentista.