Junts per Catalunya, que ha perdido más de 100.000 votos en el conjunto de Catalunya tras obtener 518.574 votos, ha desaparecido del mapa en algunas poblaciones destacadas del área metropolitana de Barcelona.
La bajada electoral que el partido de Carles Puigdemont ha sufrido en las elecciones municipales del pasado domingo ha sido particularmente dolorosa en el entorno de Barcelona, donde se han quedado fuera de ayuntamientos como los de L'Hospitalet de Llobregat, Cornellà o Santa Coloma, ciudades con un gran peso demográfico. En L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más poblada de Catalunya, JxCat ha perdido el único representante que tenía en el consistorio.
ERC ha aglutinado gran parte del voto que JxCat ha perdido. Es el caso, por ejemplo, de ciudades como Badalona, Terrassa o Sabadell, donde, en todas ellas, el partido de Puigdemont ha sido la quinta fuerza.
JxCat también se ha desplomado en la ciudad de Barcelona, convirtiéndose en la quinta fuerza política en el salón de plenos de la capital catalana, donde ha perdido cinco de los diez representantes que consiguió Xavier Trias en 2015.