El consejero de Economía, Antoni Castells, se ha excusado en la compleja "arquitectura institucional" del Palau de la Música para justificar las irregularidades cometidas por Fèlix Millet. Castells ha recordado que la Generalitat forma parte del Consorcio, pero ha insistido que los presuntos delitos se han cometido desde la Fundación del Palau de la Música.
La Generalitat ha hecho "una auditoría cada año", que se hace "religiosamente y bien hecha", pero que "hasta ahora ninguna de las auditorías hechas han detectado anomalías" a pesar de que sí que algunas "salvedades", que no ha especificado. "En las auditorías normales es difícil de detectar", ha añadido.
Aun así, las irregularidades detectadas por la Sindicatura de Cuentas, que han transcendido ampliamente estos días, se han encontrado también en el consorcio, no en la fundación.
Antoni Castells ha reconocido, por otro lado, que "es evidente que no nos podemos quedar indiferentes" y que "tenemos que explorar al máximo para mejorar todos nuestros mecanismos". La primera decisión ha sido adelantar la auditoría del 2008.
El consejero, a raíz de las últimas acusaciones entre CiU y PSC, también ha afirmado que "tenemos que preservar el Palau de toda la polémica, el Palacio es de todos" y ha pedido, previsiblemente en referencia a la oposición, "evitar una espiral de acusaciones mutuas" y una "politización de nadie quiere".
También se ha mostrado prudente sobre el funcionamiento interno de las subvenciones porque "no querría extender las sospechas sobre todas las fundaciones". Castells, en este sentido, ha recordado que "la inmensa mayoría son entitas destinadas a una causa noble y desinteresada".
