Las relaciones entre España y Estados Unidos están tocadas desde la época de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando, por diferentes decisiones, hubo una serie de desencuentros y frialdad diplomática entre los dos países. Hoy, de hecho, el "encuentro informal" entre el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que no ha llegado a los 30 segundos.
Zapatero, cuando era secretario general del PSOE, decidió permanecer sentado cuando la bandera estadounidense pasó por delante del palco de autoridades en el desfile del 12 de octubre del 2003. El entonces jefe de la oposición aseguró posteriormente que no se levantó como protesta ante el Gobierno español para hacer desfilar los países las tropas estaban en Irak.
La política exterior del Gobierno de Rodríguez Zapatero fue otro de los factores que deterioró la relación. El 19 de abril del 2004, Zapatero anunció la retirada inmediata de las tropas españolas de Irak y recordó que ya en marzo de 2003 adquirió este compromiso "público" y lo reiteró el pasado mes de febrero. "Responde a mi voluntad de hacer honor a la palabra dada", defendió.
Otro aspecto que no ayuda a las relaciones entre ambos países es que España se sitúa a la cola de los países que menos gastan en Defensa de la OTAN, algo que se repite en los últimos años. Las cifras del 2020 muestran que España está lejos de cumplir el objetivo de destinar el 2% del PIB al que se comprometieron los aliados para 2024.
España es el tercer miembro de la Alianza Atlántica que menos porcentaje de su Producto Interior Bruto (PIB) gastó en Defensa, un 1,16 %. Estados Unidos, que en los últimos años ha venido presionando a Europa y Canadá para que asuman más gasto militar, invirtió en 2020 el 3,87 % de su PIB.