La huelga de médicos para reclamar mejoras asistenciales y laborales coincide con el hecho de que la consejera de Salud, Alba Vergés, se encuentra de permiso de maternidad. La titular del ramo formalizó la baja a principios de octubre, tal y como se recoge en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) del dos de octubre, y tiene la intención de cumplir con los cuatros meses de permiso que establece la ley.
Vergés mantiene su baja maternal de acuerdo a la ley y ha delegado sus competencias en el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés; y en la secretaria general de Salud, Laura Pelay. Aragonés asumirá las funciones que sólo pueden ejercer los consejeros como la participación en el Consejo Ejecutivo o la firma para determinados asuntos. Sin embargo, Pelay encargará del procedimiento administrativo del Departamento, como la formalización y autorización de convenios.
La postura de la consejera de Salud contrasta con la que mantuvo la exvicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, que decidió renunciar a los 42 días de baja que otorga la ley después del parto para recuperar su agenda política. Así pues, Santamaría participó en el mitin final de Mariano Rajoy de la campaña electoral de 2011, apenas diez días después de dar a luz. Además, también coordinó el traspaso de poderes entre los ministros entrantes del PP y los salientes del PSOE.
Por otra parte, ERC escogió como consejera de Salud a una persona que sin experiencia ni formación académica en el ámbito sanitario. Vergés, según su CV oficial, es licenciada en Economía por la UB y Ingeniera técnica en Informática y Gestión por la UOC.
De su trayectoria profesional, se destaca que trabajó como administrativa en la Delegación del Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Barcelona en la Anoia; como jefe de Administración, contabilidad y finanzas del Consorcio Sociosanitario de Igualada; y como programadora junior al sector de las tecnologías de la información y la comunicación en el desarrollo de un software de gestión de tiendas de ropa.