El Secretario General de Acción Exterior de la Junta de Andalucía y ex delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha asegurado en declaraciones al programa Converses de Cope Catalunya i Andorra que la mesa negociadora entre el Gobierno central y la Generalitat “no tiene futuro y es un nuevo engaño” y le parece “increíble” que no se haya aprendido la lección. Para Enric Millo, el Gobierno español está “engañando” a los independentistas con una mesa que “no va a ninguna parte y ellos lo saben”. A pesar de esto, ha advertido Millo, los independentistas juegan a este juego para rearmarse y volverlo a intentar cuando puedan. “No con los mismos métodos, sino con otros más sofisticados y creativos, lo que nos llevará a una situación más complicada” ha augurado.
El ex Delegado del Gobierno en Cataluña llega a esta conclusión después de la experiencia que vivió durante los meses más duros del proceso. Unas vivencias que ha recopilado en el libro "El derecho a saber la verdad" y en el que, entre otras situaciones, desvela que Carles Puigdemont se reunió en secreto con Mariano Rajoy en Madrid “fuera de la Moncloa, en un domicilio particular”. En esa larga reunión “Rajoy le comentó que él no podía autorizar un referéndum de independencia” y Puigdemont le contesto que “ya lo sabía”. La reunión fue secreta a petición de Puigdemont, porque si se hacía pública “se rompía el glamour del discurso de que el Gobierno de España no habla, no escucha o que Rajoy no se mueve” ha explicado Millo.
Durante el proceso, narra Millo en el libro, hubo una “falta de información a los ciudadanos” sobre lo que estaba haciendo el Gobierno español “para evitar el choque frontal”. “Aceptamos hacer muchas reuniones secretas a petición de los protagonistas de la Generalitat que nos decían nos hemos de reunir y hablar y nosotros estábamos dispuestos a ese diálogo”, ha explicado Millo. “Pero, ¿por qué en secreto? Pues porque esto les permitía seguir alimentando el discurso de que el gobierno de España no dialogaba y que, por tanto, la única solución era un referéndum”.
Sobre los graves incidentes del día 1 de octubre el exdelegado del Ejecutivo español explica que la clave para evitarlos no hay que buscarla en como fue posible que se pusieran las urnas, sino en los colegios electorales. “Con los colegios cerrados no habría pasado ni un 90 por ciento de lo que pasó con la policía actuando por orden judicial”, ha afirmado. “La imagen que hubiera quedado sería la de colegios cerrados, la policía protegiéndolos y la gente intentando entrar utilizando la fuerza”. “Este fue el planteamiento que defendí”, asegura Millo. “Pero no fue posible porque un auto de una juez del TSJC dijo que los colegios tenían que estar abiertos el fin de semana si había actividades extraescolares, y las hubo. Luego paso lo que pasó”, ha añadido.
Preguntado por el perfil político de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, Millo afirma que “ninguno de los dos es de fiar porque no han sido honestos, dicen una cosa y luego hacen otra”. El ex delegado del Gobierno apunta que “son perfiles muy diferentes y ahora los dos intentan liderar el movimiento independentista catalán y por lo tanto ninguno de los dos son de fiar”.
Sobre la imputación del ex ministro Jorge Fernández Díaz por el caso Kitchen, Millo ha pedido “respetar la presunción de inocencia”, pero al mismo tiempo ha defendido que “la justicia trabaje con tranquilidad y la máxima colaboración para esclarecer los hechos y si hay cosas que se han hecho mal ya se verá”. Al ser preguntado por la existencia de una policía patriótica encargada de vigilar a políticos independentistas, el ex delegado ha sido tajante: “Como no lo he visto, no lo creo” , ha afirmado. “Hay unas diligencias judiciales y un proceso abierto. Dejemos que la justicia trabaje y no prejuzguemos”, ha añadido.