El Club Tocqueville, fundado hace apenas unos meses, nació como “think tank” del centro derecha pero tras el arrasamiento de esta parte del mapa político tras el proceso ejerce de hecho casi de partido en la sombra.
En efecto, a la desaparición de CiU, Convergencia -ahora PDECAT pero en competencia con la Crida y disuelto en JxCat- hay que añadir también la de Unió. Los partidos herederos -Lliures, Units y Convergents- no han demostrado todavía su fuerza.
La entidad, de carácter privado y sin ayudas públicas, se define en su página web a favor de un “horizonte constitucional” y una “Catalunya autonómica” que, en la Catalunya actual ya es nadar a contracorriente.
“Defendemos la nobleza de la política y a la vez una metapolítica que anteponga la sociedad a las políticas de bajo vuelo”, explica en su página web.
Entre los miembros de su junta están el escritor Valentí Puig, el profesor de derecho constitucional Josep Maria Castellà; el historiador Jordi Canal; el periodista Ferran Toutain; y el crítico literario Ponç Puigdevall, entre otros.
Entre otras actividades, el club ha organizado conferencias y seminarios con Athur C. Brooks, president del American Enterprise Institute; o sobre “La guerra cultural europea” con Joseph H. H. Weiler.
Además de cenas con candidatos electorales o dirigentes políticos como Manuel Valls, Miquel Iceta o Alejandro Fernández.