La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha afirmado ahora que será "implacable" con las actitudes violentas que se han vivido durante las protestas en Barcelona a raíz de las restricciones decretadas por la Generalitat para hacer frente a la segunda ola de la pandemia por coronavirus, pese a que el propio Ejecutivo ha sido tolerante con los disturbios protagonizados por el independentismo como los que hubo en la plaza Urquinaona tras la sentencia del proceso.
Después de que el conseller del Interior, Miguel Samper, manifestara el viernes en un tuit que "ningún espacio ni concesión a los que buscan la desestabilización practicando violencia extrema en un momento tan crítico en la lucha contra la covid"; la consellera Budó ha insistido en que "desde el Govern seremos implacables con las actitudes violentas que hemos visto en los últimos días y de saqueo a comienzos de nuestras ciudades".
Esta postura contrasta con la que mostró el Govern con las protestas que protagonizó el independentismo tras la sentencia del Supremo, con disturbios en la calle, cortes de carreteras y enfrentamientos con los cuerpos policiales. El entonces presidente de la Generalitat Quim Torra, que en la conmemoración del primer aniversario del 1-O animó a los CDR a apretar, tardó 48 horas en condenar la violencia y los disturbios registrados en Cataluña y atribuyó la violencia a "grupos de infiltrados".
La ex diputada de la CUP, Mireia Boya, lo desmintió y afirmó el 17 de octubre del año pasado que "sabe perfectamente que estos jóvenes en las calles no son grupos violentos, son vuestros hijos, hijas, nietos, sobrinos, que han perdido el miedo y se defienden de la violencia policial. están allí pidiendo un futuro digno. Hablad y veréis". Al día siguiente, en cambio, el entonces conseller de Interior Miquel Buch afirmó que los responsables de los incidentes protagonizados los últimos cinco días "no son independentistas".
Cuando e-notícies pidió el 22 de octubre del año pasado a Budó si el Govern se sentía responsable de "alguna manera" de la violencia, la consellera de Presidencia señaló que "en ningún caso criminalizar ni vincularía los jóvenes a la violencia ". "Yo lo que he visto estos días es que miles y miles de jóvenes han salido a manifestarse cívica y pacíficamente por nuestras calles", sentenció.
A raíz de los disturbios, la portavoz de JxCat el Congreso, Laura Borràs, manifestó en una entrevista el 4 de noviembre en El País que "no considero violencia quemar un contenedor" y, por otra parte, acusó a la Policía, que dio apoyo a los Mossos, de ejercer "violencia gratuita". Lo cierto es que también se vivieron otros episodios violentos como cuando un grupo de encapuchados agredieron a un agente de los Mossos que había caído al suelo durante una carga policial en Paseo de Gracia entre gritos de "matadlo, matadlo!".
La ex consellera Clara Ponsatí, por su parte, aprovechó su intervención en el acto del Consell per la República en Perpiñán del pasado febrero para homenajear "a los de la Meridiana, a los de las marchas de libertad, a los que ocuparon aeropuerto y a los de la batalla de Urquinaona". "A mí no me sobra nadie del mundo independentista, y menos un exiliado, que tienen todo mi respeto", dijo Torra preguntado por las declaraciones del ahora eurodiputada.
