La Institución de las Letras Catalanas (ILC) incumplió la ley en trocear hasta cinco contratos entre los años 2016 y 2018, cuando Laura Borràs estaba al frente. Así lo certifica la Sindicatura de Cuentas catalana en el informe de fiscalización de la entidad cultural emitido el pasado mes de abril, en el que subraya que en 13 contratos menores repartidos por Borràs entre cinco adjudicatarios se produjo una reiteración del objeto cada año.
A pesar de que el trabajo se centra en el año 2018, cuando Borràs ya no dirigía el organismo, el apartado sobre contratación incluye el análisis de contratos menores en el periodo 2016-2018, los cuales sumaron 1,32 millones en total. A siete adjudicatarios se les adjudicaron varios contratos menores por importes acumulados superiores al máximo permitido para el contrato menor.
En cinco de estos casos hay una reiteración del objeto de los contratos, por lo que la Sindicatura considera que se incumplió el artículo 86.2 del TRLCSP y el artículo 118 de la LCSP y que, en consecuencia, fue haber un fraccionamiento de la contratación. Estos contratos se presentan en el cuadro 18.
Uno de los proveedores - "persona física" - se cita en el informe con las siglas de "I.H.F." y habría percibido 11.850 euros por una web, en 2016, y 16.050 por otro web, en 2017, aunque con Borràs a las Letras Catalanas.
Estas iniciales coinciden con las de Isaías Herrero Florensa, el informático a quien, según la investigación abierta y ahora instruida en el Tribunal Supremo, Borràs habría favorecido con contrataciones irregulares durante su mandato y que ha sido condenado a cinco años y tres meses de prisión por falsificación de dinero, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
La Sindicatura concluye que "se incumplió el artículo 86.2 del texto refundido de la ley de contratos del sector público y el artículo 118 de la ley de contratos del sector público y que, en consecuencia, hubo un fraccionamiento de la contratación".