El mundo empresarial y financiero catalán ha acogido con suspicacia y temor el pacto de gobernabilidad entre CiU y ERC, aunque en estos momentos su preocupación máxima ha pasado del eventual referéndum sobre la relación Catalunya-España a los previstos aumentos impositivos, según las opiniones recogidas por e-notícies en fuentes solventes de estos sectores.
El impuesto sobre los depósitos bancarios ha encendido las señales de alarma en las entidades financieras, que temen una fuga de clientes. Además, auguran una pérdida de competitividad con los bancos de fuera de Catalunya, por la incidencia que ese impuesto tendrá sobre las entidades que tienen el mayor volumen de su negocio en territorio catalán.
A pesar de todo, y aunque tanto CiU como los representantes financieros afirmen lo contrario, es previsible que , de una forma u otra, este impuesto -si realmente llega a aplicarse- sea repercutido en los clientes. El aumento de las comisiones de gestión, por ejemplo, sería una de las fórmulas de que disponen los bancos para trasladar el impuesto a sus clientes.
Las organizaciones patronales también se han puesto totalmente en contra del incremento impositivo, además de opinar que el anuncio de un referéndum introduce un elemento de inestabilidad que, en su opinión, perjudicará a la economía catalana, ya muy dañada por la actual crisis económica.
Incluso patronales muy cercanas a CiU, como Pimec o Cecot han lanzado ya señales de advertencia, que se suman a las críticas realizadas por el presidente de la principal organización catalana, Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà. Asimismo, Miquel Valls, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, habitualmente coincidente con las tesis de la federación nacionalista, ha cuestionado el aumento impositivo.
El mundo empresarial y financiero catalán también es muy crítico con la rebaja de 700.000 a 500.000 euros del mínimo exento para la aplicación del impuesto sobre el patrimonio. Representantes de estos sectores consideran, además, que perjudicará a importantes capas de las clases medias catalanas, uno de los segmentos sociales en que CiU tiene más apoyo.
En general, los aumentos de impuestos tendrán que concretarse en el proyecto de presupuestos para 2013, y ese hecho da un cierto margen para que los incrementos puedan suavizarse. Las organizaciones empresariales y la entidades financieras confían en la capacidad de influencia de Josep Antoni Duran i Lleida para reducir los daños.
Duran no ha ocultado en todo este proceso su disconformidad con la apuesta soberanista, y además es un político muy bien relacionado con los más influyentes colectivos empresariales y financieros tanto de Catalunya como de España. Por eso, estos sectores confían en su mediación.
Asimismo, esperan que el Gobierno del Estado pueda también influir para que las medidas impositivas previstas quedan finalmente suavizadas. El propio presidente del Gobierno español y líder estatal del PP, Mariano Rajoy, y su equipo más cercano, también confían en la mediación de Duran.