Fidel Masreal (Maó, 1973) es periodista de El Periódico especializado en información política. Hace dos años publicó "Game Over. Els partits polítics: corrupció i vicis del sistema" (La Mansarda). En el que, a partir de testigos directos de un lado y otro, explica qué falla. Con el caso Pujol -y de otros casos de irregularidades- su libro es más vigente que nunca.
- Su padre lo pasaría mal. Dudo que ahora nadie se aprenda de memoria la Constitución. Al menos en Catalunya.
Mi padre se aprendía artículos de la Constitución porque creía en el Estado de Derecho y la democracia después de haber luchado muchos años contra la dictadura. La Constitución establece derechos que es bueno releer y tener presentes. Ojalá se aplicaran.
- En el fondo, usted reivindica la política. Al menos la buena política.
Reivindicar la política entendida como ejercicio colectivo mediante el cual podamos decidir, entre todos, nuestras prioridades, los derechos, los deberes, la política fiscal y nuestra relación con el mundo. Todo.
- ¿Cómo se acaba con la corrupción?
Creo que hay un cambio radical en la forma de entender y financiar los partidos: limitación de mandatos, reducción de gastos, desvinculación radical de las empresas privadas, evitar el endeudamiento con los bancos ... Y una recuperación del peso del bien común respecto a los intereses privados, mediante la regulación estricta de los lobbies e implantando la participación ciudadana efectiva en la toma de grandes decisiones. Pero por encima de todo, desconcentrando el poder y haciendo transparentes todas las decisiones que nos afectan.
- Perdone, todo el mundo critica el funcionamiento interno de los partidos, pero en general cuando ya no tienen cargo oficial.
Es en parte comprensible que se puedan denunciar con más libertad las carencias de cualquier organización una vez ya no se forma parte. Pero es bueno también que estas denuncias se hagan en el seno de los partidos, en las reuniones internas, cuando se forma parte. Y que ésto sea considerado un signo de pluralidad, no penalizado.
- ¿Los independientes acaban siendo un problema?. Recuerdo el caso de Garzón con el PSOE. Duró tres meses. O el de Montserrat Nebrera en el PPC.
Cada caso es diferente. Lo que sí se observa es una evidente dificultad para compaginar la libertad de los independientes con la disciplina que los partidos todavía exigen. A menudo aparecen estos fichajes como operaciones destinadas a captar votos más que a hacer el partido más permeable a opiniones diversas. Tras las elecciones, el independiente se convierte en un estorbo. Así lo viven muchos de ellos.
- El diputado de CiU Carles Campuzano defiende en su libro la limitación de mandatos, pero de los presidentes, no de los diputados. No me extraña, lleva cinco legislaturas.
Hace falta que la limitación de mandatos llegue a todas partes, sin perder el valor de la experiencia, pero incorporando a ciudadanos varios a la acción política, para convertirla en una responsabilidad compartida.
- El PP salió indemne del caso Naseiro. CDC del caso Casinos. ¿Por qué, después de casi cuarenta años, la financiación ilegal de los partidos no está considerada delito?. No sale ni el Código Penal.
Las reformas que se han planteado en el Congreso y el Parlament son tímidas y siguen disponiendo de "puertas traseras" para conseguir inyecciones económicas potentes. La clave no es tanto la tipificación delictiva sino de dejar de considerar el partido como un objetivo en sí mismo, destinado a recaudar grandes cantidades de dinero para pagar campañas carísimas y conseguir el poder o mantenerlo por encima de cualquier otra objetivo estratégico, de valores o ideológico.
- A mí me pasa una cosa muy curiosa: cuando voy a un consejo nacional -como los de CDC o los de Unió, que celebran en hoteles- siempre me pregunto: ¿y ésto quién lo paga?
Sin duda los partidos tradicionales podrían aplicar fórmulas menos costosas, más abiertas, más horizontales y aprovechando las nuevas tecnologías, para organizarse.
- Josep Piqué, ex ministro, le dice que no tiene "ninguna duda" del 3%. ¿Debe ser verdad, entonces?
Existen varios indicios al respecto. Privadamente, más de uno y de dos responsables políticos admite que ha existido este método y que aún hoy la dependencia de los créditos bancarios y los gastos en campañas electorales y maquinaria de los partidos hacen que la financiación esté sometida a dependencias muy poco saludables.
- ¿Los de Iniciativa son más honrados o es que no 'tocan' poder?. Salvo el Ayuntamiento del Prat han perdido casi todos los municipios donde gobernaban.
La gran mayoría de los partidos clásicos, en mayor o menor medida, han sufrido los vicios descritos en Game Over: burocratización, dictadura de los aparatos, falta de apertura y de transparencia, cesión de los objetivos ideológicos en beneficio del mantenimiento en el poder, falta de coherencia ideológica, imagen y marketing por encima de la honestidad ...
- ¿Los partidos deben ser asamblearios o jerárquicos?
Toda organización tiene derecho a organizarse como considere oportuno, pero los partidos son piezas clave en el sistema institucional y la Constitución ya establece que deben tener una estructura interna y un funcionamiento democráticos. Por lo tanto, es necesario que la participación del militante sea clave, las decisiones sean compartidas y los debates, abiertos. Los partidos deben ser conscientes de que existen otras formas democráticas de representación social. Deben ser conscientes de que han perdido el monopolio de la representación ciudadana. O se abren y se democratizan del todo o seguirán perdiendo legitimidad y soportes.
- Esquerra era asamblearia y, a veces, parecía un bullicio.
El asamblearismo evidentemente incorpora retos y dificultades. En todo caso, creo firmemente en la capacidad de organización democrática y a la vez responsable de las entidades y partidos. Ni los movimientos más rompedores niegan la necesidad de delegar responsabilidades y organizar diferentes áreas de gestión. La clave es el poder y la participación ciudadana para no dejar en manos de unos cuantos la gestión de los asuntos públicos.
- Carod dice, en su libro, que "el objetivo de un aparato se mantenerse". También podríamos pensar lo mismo de él, de un candidato.
Sinduda la coherencia total no existe en ninguno de los políticos entrevistados en el libro. Sí que valoro la sinceridad con la que, por ejemplo, el ex líder de Esquerra admite que él no tenía capacidad de decisión sobre muchos asuntos internos que quedaban en manos de un aparato cerrado e impermeable.
- ¿Hemos convertido la política en espectáculo? Ahora para ser político parece que hace falta haber sido antes tertuliano.
Los medios de comunicación de masas siguen teniendo una gran capacidad de influencia. Pero también estamos asistiendo a un cambio de fondo, en el que numerosos colectivos sociales hacen política en el sentido amplio de la palabra. Y consiguen aglutinar apoyos, generar opinión, influir sobre sus preocupaciones y también tener eco en toda una serie de otros medios de comunicación que, a su vez, dan voz a estos nuevos actores de la escena política y social. Hacer política pendiente sólo del espectáculo es ser esclavo de la dictadura de la inmediatez, la superficialidad y el riesgo de ser crucificado rápidamente. Sólo la política con valores sólidos, mirada larga y arraigada en la calle puede ser creíble.
- ¿Cuál es la responsabilidad de los medios en este "ecosistema”?, la expresión es suya.
Creo que los medios y los profesionales de la comunicación tenemos una gran responsabilidad por haber sido demasiado cerca del poder y olvidarnos de los ciudadanos. Por no haber sido lo suficientemente crítico con las dinámicas corruptas del sistema de partidos, el empobrecimiento de la democracia y la pérdida de derechos de la ciudadanía. Afortunadamente, los cambios sociales también están haciendo aflorar un periodismo más comprometido, más crítico, más consciente de su responsabilidad.
- ¿La prensa, en Catalunya, es bastante independiente? La crisis ha debilitado la mayoría de medios.
Un destacado político al que pedí si su partido, con deudas con entidades financieras, era lo suficientemente libre para legislar sobre los bancos, me contestó que lo mismo le pasa a las empresas de comunicación. En Catalunya y en el conjunto del Estado. La crisis ha debilitado la independencia respecto al poder económico y los gobiernos. De los periodistas y las empresas de comunicación depende que recuperemos nuestro papel. Y también de la existencia de lectores u oyentes conscientes del valor de una información independiente y de calidad.
- "El Parlament decide bien poco". La frase también es suya. ¿Tenemos un “Parlament de feria" que dijo un día el ex alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal?
El Parlament debería ponerse al día en cuanto a la coherencia entre lo que se aprueba y se aplica, con respecto a lo que se tarda en sacar adelante leyes o propuestas, en cuanto a la participación real y efectiva de la ciudadanía (y no sólo como ahora, de forma testimonial en comisiones donde se les recibe como un mero trámite) y en cuanto a la dedicación de los parlamentarios, que deben estar al servicio de los ciudadanos y no del partido que los ha elegido, a menudo a dedo.
- La democracia es cosa de mayorías y minorías, ¿pero si el Govern pierde una votación tampoco pasa nada?
Depende de qué votación pierda. Creo que en el futuro la acción de gobierno deberá rendir cuentas periódicamente con mucha más autoexigencia que ahora. Y sobre todo cumplir lo que la cámara apruebe o plegar.
- En el Ayuntamiento hacen lo mismo. Recuerdo que el pleno municipal votó en contra del AVE por el centro de la ciudad y el alcalde Hereu no hizo caso.
A menudo el poder político e institucional entiende la participación y las votaciones democráticas en función de sus intereses. Si no les favorece lo que se ha decidido, se evita aplicarlo o se despliegan excusas como que se trata de propuestas irrealizables o inconvenientes.
- ¿Los alcaldes deberían ser diputados o ya tienen suficiente trabajo haciendo de alcalde?
Estoy convencido de que los ciudadanos agradecen que sus representantes lo sean a dedicación exclusiva. La acumulación de cargos es poco coherente con una política más abierta a la participación de todos y no concentrada en unas cuantas personas que hacen de la política una profesión para toda la vida.
- Soy más crítico con el 15-M que lo que lo es usted, pero yo estaba dentro del Parlament y usted "fuera" como explica. Aquello no fue una protesta pacífica, fue un "sitio" a los representantes de la soberanía popular. Nos gusten o no.
La convocatoria cometió un error de planteamiento cuando dio a entender que se pararía el Parlament. Creo que la autocrítica posterior, que existió, debería haber sido más contundente. También es evidente que los actos violentos los protagonizaron una minoría y que aún está pendiente un diálogo abierto entre el movimiento del 15-M y los representantes institucionales. El choque vivido ese día fue un síntoma de un malestar profundo y los hechos de los años posteriores así lo han demostrado con la aparición de nuevos colectivos sociales y fuerzas políticas y un ejercicio -creo que todavía tímido- por parte de los grandes partidos e instituciones para abrirse a la ciudadanía.
- Como los indignados de Plaza Catalunya. Ya me perdonará pero en las asambleas votaban 600 personas. No sé si 600 personas son representativas.
Estuve durante días en la plaza y constaté una explosión de indignación y de ganas de hacer política en el sentido más amplio. Esa fuerza surgió de forma muy espontánea y también incluyó contradicciones y problemas, como por ejemplo los debates sobre la continuidad de la acampada o no. Las votaciones asamblearias en una plaza abierta incluyen el riesgo de la manipulación o de la falta de decisiones ejecutivas o suficientemente legitimadas. Recuerdo que cuando terminó la acampada, algunos opinadores decían que el movimiento del 15-M había terminado. Y ahora nadie duda que las nuevas formas políticas y sociales han aflorado en buena medida a partir de aquellos hechos.
- Un día el ex consejero Huguet me dijo que los únicos que no colocaban en consejos de administración era ellos.
Todos los partidos que han ejercido el poder, en grados diferentes, seguro que deben reflexionar sobre cómo han ejercido los tentáculos del ejecutivo respecto a una serie de organismos y otros poderes del Estado. La separación de poderes ha sido y es todavía vulnerada reiteradamente. Descentralizar y desconcentrar el poder es clave para lograr un sistema democrático saneado.
- El periodista Pedro Rusiñol le dice una gran frase: "la rueda de prensa sólo sirve para un corte de voz".
Los vicios entre los partidos clásicos y el periodismo son numerosos. Es urgente que cambiemos la agenda, abramos el debate a nuevos actores, recuperamos la autoexigencia periodística y la exigencia hacia nuestros representantes institucionales y abramos las ventanas a otras formas de ejercer el periodismo y de practicar la democracia.
- ¿Pero todo ésto como se arregla? En Italia hicieron limpieza y les salió Berlusconi. Los vacíos de poder suelen generar figuras populistas.
El riesgo del populismo o de la salida autoritaria y de odio al diferente existe en toda Europa. Creo mucho en un apoderamiento de los ciudadanos, para ser todos personas libres y responsables, con un reforzamiento de la educación en todos los sentidos, con acceso a nuevos medios de comunicación ya la cultura libre. Un ciudadano consciente es el mejor antídoto contra el uniformismo.
- Es como en Europa: la ultraderecha sube porque la gente los vota. Los antiguos votantes del PC Francés parecen haberse pasado en masa a Marine Le Pen. ¿Qué ha hecho mal la izquierda?
Buena parte de la izquierda ha dimitido del combate en defensa de sus valores. De mantenerlos aunque les hicieran perder votos ante fórmulas de rechazo a los inmigrantes, por ejemplo. Ha preferido abrazar el populismo fácil. El discurso vacío. Ha abandonado la calle y ha aplicado medidas muy similares a las de la derecha en el terreno económico e incluso en los valores, en aspectos como el de la seguridad.
- La Diputación de Barcelona es un "cementerio de elefantes". No lo digo yo, lo dice el ex alcalde de Montcada, César Arrizabalaga, que trabajó de asesor.
Sí, la Diputación de Barcelona es otro organismo que necesita abrir ventanas y someterse a una auditoría a fondo, porque su volumen de presupuesto requiere que todos sepamos cómo se organiza, qué pactos políticos se practican y porqué y cuál es su función real.
- Por cierto, para terminar, ¿usted a quien le compraría un coche de segunda mano: al mencionado César Arrizabalaga o a Jordi Climent?
Procuro ir en moto o utilizar el Bicing. /Una entrevista de Xavier Rius
"Los periodistas hemos estado demasiado cerca del poder"
Fidel Masreal, autor de "Game Over": "la política no puede estar pendiente del espectáculo"

Fidel Masreal, fotografiado en la sala de prensa de la Generalitat
¡A por ellos!
7 Comentarios
No solo están cerca del poder si no que muchos han y trabajan para el mismo , desde la derecha hasta la izquierda
Bolaños,Marguenda son dos claros ejemplos de ello
Los periodistas de aquí dais puta vergüenza, unos lameculos de editorial única y sin cojones para discrepar o hacer periodismo de investigación que destape las vergüenzas de nuestra querida tierra. Si no fuese por la prensa de Madrid? ¿Y el caso Palau? jetas sois unos jetas.
Rius ¡¡¡ ja veus quin personal llegeix el teu diari. Amb això t'has convertit. Adeusiau e.noticies que et moqui la ia ia ¡¡
DONCS ADÉU I PASSIU BÉ!
LLEGEIX NACIÓ DIGITAL O ARA, QUE LLEPEN EL CUL AL MAS I AL PODER A CATALUNYA...
LO TRISTE EN CATALUÑA ES QUE LAS PREGUNTAS COMPROMETEDORAS SÓLO LAS HACEN LOS O LAS PERIODISTAS DE MEDIOS QUE NO SON CATALANES, COMO ANTENA 3, TELEMADRID, LA SEXTA, ETC... AQUÍ ESTÁIS TODOS SOMETIDOS AL "PODER" NACIONALISTA.
Y aún lo estáis. Os han comprado con las subvenciones.
Que facil es decirlo ahora que han saltado las tapas de les clavagueres oi camarada ???
Nunca hasta ahora os habiais preguntado quien pagaba los generosos cigrones que tan ricamente os comias por ese buen hacer periodistico.
Igualito, igualito que los coleguitas de Canal 9.
Vaya con el Cuarto Poder