El conseller de Economia y Coneixement, Andreu Mas-Colell, ha manifestado que "de la CUP podemos aceptar dos votos para la investidura de Artur Mas como presidente, pero no sus condiciones".
Mas-Colell, en un artículo en el Ara, reconoce que "este juicio puede llevar a nuevas elecciones en el mes de marzo", pero remarca que "si es así estoy convencido de que el presidente Mas sabrá explicar en la nueva campaña electoral donde estamos y por qué estamos, y que los catalanes sabrán decidir, con sabiduría, qué liderazgo quieren para el proceso".
El titular de Economía atribuye el no de la CUP en Mas, entre otros rones, la "inmadurez parlamentaria" y recuerda que "ha conseguido del Parlamento, gratis, una resolución de soberanía previa a la formación de gobierno, ha logrado determinar estructura del futuro gobierno y, aún más importante, ha conseguido garantizarse mecanismos de control -la moción de confianza en diez meses-".
Ahora hablan de acuerdos estables y, más allá de lo que introdujeron en el anexo de la resolución de soberanía, ponen 53 condiciones sobre la mesa. ¿Qué duda puede haber que su pretensión es liquidar el liderazgo del presidente Mas y controlar externamente el próximo Govern?", pregunta.
Finalmente, expone que el protagonismo de la CUP "plantea al menos tres problemas": "la CUP quiere acelerar un proceso que no se puede decir que haya ido lento", "es un partido anticapitalista de extrema izquierda" y "se ha definido como euroescéptica y antieuro".