El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha cuestionado la democracia española durante la intervención que ha hecho antes de terminar el juicio por el 9N. Mas ha afirmado que el proceso participativo lo hicieron voluntarios y ha añadido que a estos "no se les da órdenes como todo el mundo sabe". "Los voluntarios ya se habían hecho suyo este proceso", ha espetado.
"Que miles de personas se impliquen en un acto político, se autoorganicen, se comporten de manera cívica ... ¿de verdad que en lugar de estar orgullosos de ello vamos a convertirlo en delito? Qué pena y que inmenso error ", ha remachado.
Mas ha asegurado que su gobierno no tenía "la voluntad de desobedecer al Tribunal Constitucional, sino de hacer frente a un Gobierno que nos estaba impidiendo que la gente se expresara". "No es ningún tipo de delito", ha concluido.
"Estamos aquí no por desobedecer al TC, sino por el éxito del 9N", ha argumentado. El expresident cree que "este éxito no gustó a determinadas instancias del Estado y del Gobierno español y se consideró un desafío". "Ahora se pretende que este desafío se pague", ha espetado.
"Soy directamente responsable de haber ideado e impulsado el proceso participativo del 9N de 2014", ha afirmado. Mas ha añadido también que era "responsable" de haber "escuchado a la gente en la calle y en las urnas", "de haber seguido los mandatos del Parlament" y "de haber convocado elecciones". Sin embargo, ha dicho que no era culpable “de haber cometido ningún delito ".
El ex presidente ha querido dirigirse directamente al fiscal, aunque el juez le ha interrumpido. Mas ha dicho que lo hacía en su "propia defensa" y ha asegurado que Emilio Sánchez Ulled le había dejado "preocupado" con la intervención de la mañana, después de haber dicho que la fiscal general del Estado le había pedido "ser imparcial y justo. También ha añadido que había sido víctima de "guerra sucia" y que nunca "nadie y tampoco ningún fiscal" había salido en su defensa.
