El expresident de la Generalitat, Artur Mas, ha manifestado que "si un dirigente catalán acaba en prisión por haber puesto las urnas, la imagen del Estado al mundo será tremenda". Así lo ha manifestado en una entrevista en 'El Punt Avui Televisió', junto con su sucesor, Carles Puigdemont, donde ambos dirigentes han conversado en torno a la actualidad política y de las negociaciones que desembocaron en la investidura de Puigdemont.
Mas ha defendido su papel en el proceso soberanista y, pese a estar encausado por la celebración de la consulta popular del 9-N, ha reivindicado que "hay gente del país que debemos asumir las consecuencias del conflicto a título personal" . También se ha dirigido a la sociedad civil para pedir que "en los momentos en los que se tengar que estar, se esté”
El expresident ha considerado que "el Estado español sólo tiene un proyecto: desguazar y residualizar Catalunya", pero ha añadido que "si al Estado le pesan más las neuronas que la testosterona, hay errores que no cometerá". En este sentido, Mas ha subrayado que "el actual jefe del estado es un hombre que escucha, procura estar bien informado y no tiene miedo el diálogo", pero a continuación ha señalado que "a la hora de la verdad no lo veo jugándosela de una manera muy clara a favor del respeto de este derecho democrático", en referencia a la celebración de un referéndum independentista.
Respecto a las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP, el expresidente de la Generalitat ha acusado a la mitad de la formación anticapitalista de haberse aliado con los poderes del Estado que le querían "cortar el cuello". "Era el personaje más perseguido del gran poder del Estado. Me querían, no literalmente, cortar el cuello. Y ¿qué alianza encontraron en Catalunya? La alianza que encontraron fue la mitad de la CUP ", ha sentenciado.
Por otra parte, Mas ha hablado sobre la diputada 'cupaire' Anna Gabriel y el papel que tuvo para que "diera un paso al lado". "Anna Gabriel ha demostrado más ganas de tener cargo que yo mismo. Aquellos que presumen de no querer cargos, a la hora de la verdad están más pegados al cargo que aquellos que somos vistos como los que no los queremos dejar", ha remachado el exjefe del Ejecutivo catalán.