El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, podría estar abocado a una remodelación en el caso de que no haya nuevo gobierno antes de las elecciones generales convocadas para el 20 de diciembre. El tiempo se le está echando encima porque casi tres semanas después del 27-S no hay todavía acuerdo con la CUP.
El conseller de Presidència, Francesc Homs, que dejó de ser portavoz raíz de la última remodelación tras el cese de los consellers de Unió -sustituido por la ahora vicepresidenta Nieves Munté-, ya ha hecho saber al partido que está dispuesto a encabezar la lista en Madrid o formar parte de la candidatura en un lugar destacado si se repite la coalición con ERC, aunque sea con otro nombre.
Las listas para las generales deben estar cerradas para mediados de noviembre, aunque Homs podría permanecer como consejero hasta recibir el acto de diputado en el Congreso. La fecha límite para el debate de investidura es el próximo 9 de noviembre y el 12 en caso de segunda vuelta cuando bastaría mayoría simple: los votos de Junts pel Sí y dos de otra formación. En caso de que no hubiera acuerdo se puede alargar la incertidumbre, máximo hasta el 9 de enero. El país estaría entonces abocado a las terceras elecciones anticipadas en tres años.
La posibilidad de una remodelación de Gobierno a pesar de que está en funciones ha circulado con fuerza en los últimos días aunque varios consejeros consultados por e-notícies han asegurado no saber nada. La iniciativa, con la inclusión de consellers de Esquerra tal como establece la hoja de ruta, permitiría también presionar a la CUP para la investidura de Artur Mas como presidente, un hecho al que hasta ahora se han opuesto, al demostrar que el proceso va en serio.
La vicepresidenta y portavoz del Govern, Neus Munté, preguntada al respecto en la rueda de prensa de Consejo Ejecutivo, indicó que "no hay ninguna novedad a destacar" y ha añadido que "esta es una responsabilidad única del presidente de la Generalitat" .