Musulmanes tiraron por la borda una docena de africanos cristianos que iban en una patera, que había salido el pasado día 14 de Libia, con poco más de 100 pasajeros a bordo, rumbo a Europa.
Los policías que tomaron declaración a los supervivientes, llegados a Palermo (Sicilia) el jueves a bordo del buque mercante Ellensborg, que los había rescatado. En el comunicado de la comisaría central de Palermo se lee que los testigos sobrevivieron "no a un hundimiento provocado por las adversas condiciones meteorológicas o la ineficiente embarcación, sino generado por el odio humano".
Durante la travesía, los nigerianos y ghaneses empezaron a sufrir el hostigamiento y las amenazas de muerte de otros viajeros. La razón del resentimiento era el credo religioso; cristiano el de las víctimas, musulmán el de los agresores.
Después la situación se agravó y de la amenaza se pasó a los hechos. Según el comunicado de la policía de Palermo policial, los que sobrevivieron lo hicieron en agruparse y resistir unidos, formando una cadena humana para evitar caer en el mar.
Quince individuos naturales de Mali, Costa de Marfil y Senegal quedaron detenidos como los presuntos autores del ataque. Se les acusa "de homicidio múltiple, con el agravante de odio religioso".