La rueda de prensa organizada en Palau en apoyo de Artur Mas, Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs ha contado con la presencia de una sola consejera, la titular de Presidencia y portavoz del Govern, Neus Munté, y ningún otro miembro del Ejecutivo catalán. Significativamente, tampoco ningún consejero o dirigente de ERC. Tampoco de Unió, el partido al que teóricamente todavía pertenece la ex vicepresidenta Ortega.
La comparecencia, que ha tenido lugar en el Salón Torres García -donde Mas también anunció su dimisión- ha contado en primera fila con los tres mencionados además de ex altos cargos que han declarado como testigos, como el coordinador de la consulta del 9N, Joan Cañada; y el ex jefe de comunicación de Gobernación, Carlos Fernández. También la esposa del ex presidente, Helena Rakosnik; y la coordinadora general del PDECAT, Marta Pascal.
Puigdemont ha recordado, en las palabras introductorias, que el 9-N fue “un hito democrática” y un “día histórico”, en el que “2,3 millones de personas fueron a votar” en referencia tanto a los que votaron sí-si -que fueron 1,8-, los del sí-no y los del no.