El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha asegurado que las conversaciones con ERC avanzan de forma satisfactoria, por lo que vaticina que "en los próximos días" podrían cerrar un acuerdo de legislatura con los republicanos, pero ha admitido que hay varios puntos de discordia como la coordinación en el Congreso de los Diputados, donde ERC cuenta con más fuerza; la estrategia independentista si fracasa la mesa de diálogo con el PSOE que defienden los republicanos, el papel que debe tener el Consell per la República y la estructura de Govern.
Sànchez ha reconocido que han hecho contrapropuestas al borrador que le presentó Esquerra sobre la estructura de Govern y ha señalado que "mañana mismo estaríamos dispuestos a aceptar un acuerdo de estructura de gobierno cogiendo el del 2018 y revirtiéndose el". "Para nosotros, la estructura no será obstáculo para impedir el acuerdo. Nosotros no impondremos ningún impedimento en base a la estructura", ha añadido.
También ha dicho que hay disparidad de opiniones en la estrategia que debe seguir el independentismo en dos años en caso de que fracase la mesa de diálogo. En este sentido, el dirigente de Junts ha dicho que "tenemos que decidir un escenario de fracaso de la mesa de negociación" y subrayó que "en estos momentos nadie tiene la fuerza para salir adelante por separado".
"Algunos interpretan que ahora el PSOE estará más cercano a aceptar una resolución dialogada del conflicto político con Cataluña. Otros nos manifestamos escépticos que, en estos años, el PSOE no ha dado ninguna muestra evidente de voluntad de resolver el conflicto", ha admitido.
Otro aspecto en el que Esquerra y Junts no se ponen de acuerdo es con la unidad de acción en Madrid que pide la formación de Puigdemont al considerar que "actuar conjuntamente es lo que nos hará fuertes". "No sería satisfactorio que ERC y Juntos acabáramos votante diferente", ha expuesto.
El último punto que separa ambas formaciones es el papel del Consejo por la República. ERC quiere desligarlo del pacto, pero desde Junts defienden que "la dirección estratégica debe existir y que acabe formando parte" de la entidad privada que preside Carles Puigdemont.
Sin embargo, Jordi Sánchez ha dejado claro que "nosotros ni queremos, ni propondremos nunca hacer pequeña la presidencia de la Generalitat" y negó "categóricamente que Juntos haya planteado ninguna tutela por parte de ningún organismo ni tercera persona".
A pesar de las discrepancias, el secretario general de Junts ha dicho que "estamos dispuestos a salir adelante. Hoy, todos los puntos del acuerdo están pendientes de la voluntad política de materializarlos". "Se necesita que nos atrevamos, que nos acabemos de reconocer, que diálogo, negociación y confrontación no son criterios contraproducentes. Se necesita una distribución de responsabilidades en el Govern que sea equitativa y proporcional en el pasado, y que juntos nos pongamos a trabajar", ha remarcado.
Finalmente, se refirió a la consulta que el partido hará a la militancia y ha señalado que "no contemplo un escenario donde la militancia se oponga al acuerdo". "Me comprometo que si no hay acuerdo, Juntos hará públicos todos los documentos que se han enviado durante las negociaciones", concluyó.