En 2011 Convergencia gobernaba la Generalitat, las cuatro diputaciones y ganaba la alcaldía de Barcelona por primera vez desde la recuperación de la democracia. Además, en las elecciones generales, CiU logró 16 diputados, obteniendo su tercer mejor resultado tras los 17 escaños del 1993 y los 18 de 1989 y 1986.
Sin embargo, con la apuesta por el proceso independentista, Convergencia comenzó a perder poder en todas las instituciones hasta que desapareció como partido y ahora su espacio ideológico se lo disputan cinco formaciones políticas: Junts, el PDECAT, el Partit Nacionalista de Catalunya , Units per Avançar y la candidatura unitaria de Convergents-Lliure-Lliga Democràtica.
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha impulsado Junts, una formación para “culminar con éxito el proceso de independencia”. “La independencia es viable e inevitable; el proceso no tiene marcha atrás. De lo que se trata es de seguir acelerando el proceso”, defiende el partido.
Mientras tanto, el PDECAT ha rechazado inicialmente integrarse en el proyecto del ex presidente catalán y se presenta como la “centralidad política y social”. “Procedemos de un gran legado político y reivindicamos la ingente tarea de construcción nacional y política que hemos hecho durante 40 años”, aseguró el presidente del PDECAT, David Bonvehí, un día antes de la presentación de Junts.
Marta Pascal, quien fuera coordinadora del PDECAT, abandonó el partido para fundar el Partit Nacionalista de Catalunya, junto con dirigentes históricos de CDC como Carles Campuzano o Jordi Xuclà. Pascal se refleja en el PNV y ha defendido en varias entrevistas que “somos los de la centralidad política e ideológica” y “el punto de encuentro de personas que vienen de tradiciones políticas diferentes”.
Por su parte, el ex consejero en los gobiernos de CiU Ramon Espadaler fundó Units per Avançar, heredera de la desaparecida Unió. El objetivo de Units -actualmente forman grupo parlamentario con el PSC- es “el reconocimiento nacional de Cataluña en la Constitución de España, el blindaje de nuestra lengua y cultura y por una financiación justa”.
Finalmente, los partidos Lliures -del ex consejero de CDC Antoni Fernández Teixidó-, Convergents -impulsado por el también ex consejero de Convergencia Germà Gordó- y la Lliga Democràtica -impulsada por la politóloga Astrid Barrio- se presentarán conjuntamente en las próximas elecciones catalanas como “alternativa electoral de centro amplio que incluya partidos catalanistas y unionistas”.
La Lliga, Lliures y Convergents afirman que “Cataluña es una nación” y piden para la próxima legislatura la votación de “una propuesta política acordada por el Parlament que desarrolle el autogobierno como nación y dé salida a la actual crisis política en Cataluña y en el Estado español”. También aseguran que “con independencia de los legítimos proyectos políticos de cada uno, el ordenamiento jurídico debe cumplirse para todas las partes”.