El Centro Nacional de Inteligencia recibió autorización judicial para espiar a 18 personas del entorno independentista, según publica este sábado La Vanguardia. Esto permitió al CNI perfilar un mapa del movimiento independentista en 2019 y 2020.
Entre los espiados hay personalidades de la política y también empresarios como Pere Aragonès, entonces vicepresidente de la Generalitat; Jordi Sánchez, secretario general de Junts per Catalunya; Carles Riera, diputado de la CUP; Elisenda Paluzie, presidenta del ANC; Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium; Jordi Bosch de Borja, miembro de la junta de Òmnium; Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont; Joan Matamala, amigo del expresidente; Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina de Waterloo.
En esta larga lista también se encuentran nombres como Xavier Vendrell, empresario y ex consejero de ERC; Elsa Artadi, vicepresidenta y líder de Junts en Barcelona; Albert Batet, diputado de Junts; David Bonvehí, presidente del PDECat; Marc Solsona, secretario general adjunto del PDECat y alcalde de Mollerussa; Sergi Miquel Gutiérrez, director de la estructura técnica de la Casa de la República; y Jordi Baylina, Pau Escrich y Xavier Vives, empresarios de tecnología, según detalla La Vanguardia.
El CNI sólo se hace responsable de estas 18 intervenciones de las 65 personas que, según publicó Citizen Lab, fueron infectadas con Pegasus o Candiru por ser espiadas. Las preguntas que surgen son múltiples, desde saber si realmente el CNI tiene que ver con el resto de personas espiadas, si realmente éstas fueron espiadas, saber si el espionaje sólo tuvo lugar a partir del 2019 y en caso de ser anterior entender cómo el CNI no averiguó dónde estaban las urnas utilizadas en el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Estas 18 intercepciones se habrían producido en octubre de 2019, en el marco de la sentencia del proceso y de las protestas convocadas por Tsunami Democrático. La Vanguardia asegura que "el CNI prueba en su investigación de tejer la red de relaciones de las diferentes sensibilidades del independentismo, de la CUP a Junts. Y sobre todo: interesa a cualquiera que tenga contactos con Carles Puigdemont".
La información del diario ha provocado las reacciones de algunos dirigentes independentistas. El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado en su Twitter que "esta información confirma la extrema gravedad del escándalo. En ninguna democracia se espían las negociaciones entre formaciones políticas. Ni las estrategias de defensa jurídica. Ni lo que se es planifica por la campaña electoral o por los pactos políticos posteriores".
Aquesta informació confirma l'extrema gravetat de l'escàndol. En cap democràcia s'espien les negociacions entre formacions polítiques. Ni les estratègies de defensa jurídica. Ni el que es planifica per la campanya electoral o pels pactes polítics posteriors. https://t.co/sXuFZiyFRs
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) May 14, 2022
Por su parte, el diputado Albert Batet -uno de los espiados según la lista que publica el diario- ha manifestado en sus redes que "CNI me espió con autorización judicial durante el 2019. Un juez lo avaló simplemente por la mía proximidad con el presidente Puigdemont y para obtener informaciones sobre estrategias y negociaciones políticas. Es una barbaridad monumental. Esto es propio de una dictadura".
CNI va espiar-me amb autorització judicial durant el 2019. Un jutge ho va avalar simplement per la meva proximitat amb el president Puigdemont i per obtenir informacions sobre estratègies i negociacions polítiques.
— Albert Batet Canadell (@albertbatet) May 14, 2022
És una barbaritat monumental. Això és propi d’una dictadura. pic.twitter.com/9xOvRF7Y1a