El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, en un artículo en el Ara, critica el artículo de Oriol Junqueras, cuestiona la actuación de Pere Aragonès al respecto, y reabre antiguas heridas con ERC, a los que acusa de no saber "aguantar la presión" del Estado. La crisi entre JxCat y ERC llega tres semanas más tarde que Aragonès fuera investido president, el pasado 21 de mayo.
Sànchez cree que las palabras de Junqueras "no pretendían ser neutras. Y no lo fueron. La decisión de difundir la carta minutos antes del encuentro entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès no fue azarosa. Como en el cine mudo, Aragonès se movió ante la pantalla dejando que otros pusieran la letra".
"Después de pasarnos semanas y semanas hablando de los riesgos de tutelas sobre el presidente de la Generalitat, la mise en scène de Junqueras puede ser leída como la gran tutela de éste sobre el presidente Aragonès", indica.
"La carta firmada por Junqueras traza un espacio de juego que limita la capacidad de acción del presidente en el liderazgo que se espera de él. No es bueno para la institución de la Generalitat que un ex vicepresidente quiera tutelar al actual presidente, pero en todo caso hay que dejar claro que la decisión personal expresada en una carta no tiene la fuerza de modificar el acuerdo de legislatura entre ERC y Junts", asegura.
"No creo que el 1 de Octubre fuera un error. Poner urnas para que la ciudadanía pueda expresarse no puede ser considerado un error. Una urna nunca es un error y difícilmente habrá mejor embate para ganar la independencia que una urna y una papeleta. No, no fue un error y menos aún un acto ilegítimo", asegura.
Jordi Sánchez admite que "me desconciertan los giros de guión y algunas afirmaciones que de facto se convierten en una revisión radical de aspectos esenciales del pasado reciente del independentismo". "Ciertamente, la presión para salir de la cárcel es grande. Sé de lo que hablo", apunta.
"No podemos quedar atrapados en el imaginario que sólo cuando el 100% de la población encuentre legítimo el ejercicio de autodeterminación este se podrá dar. Sabemos que esto no sucederá nunca. Por lo tanto, toda la mano extendida pero sin esperar unanimidades imposibles en sociedades abiertas como la catalana", advierte.
También reprocha a ERC que "algunos hicieron un giro de guión y no supieron aguantar la presión del Estado, que ya había comenzado a encarcelarnos (a Cuixart y a mi, el 16 de octubre), y empujaron la vía de la mediación y el deseado diálogo por el precipicio, todo esgrimiendo 155 monedas de plata, precisamente cuando más fuertes éramos".
"La sociedad catalana es madura. A pesar del estrés vivido desde el otoño de 2017, no se ha roto entre catalanes independentistas y no independentistas. Quien diga lo contrario miente o hace el juego a aquellos que mienten", añade.
"La decisión de conceder el indulto corresponde en exclusiva al gobierno español. Si llega será una decisión unilateral, como unilaterales fueron los tribunales y la Fiscalía cuando decretaron las órdenes de encarcelamiento pronto hará 4 años. Si me abren la puerta de Lledoners saldré, como cualquier otro preso indultado", concluye.