El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha admitido que el movimiento independentista está "debilitado" como consecuencia de la "división interna" entre los partidos independentistas. Puigdemont, en una carta a la militancia de Junts publicada después de la investidura, reconoce que el movimiento independentista está "debilitado" por la "desunión" y reclama respeto y lealtad entre los independentistas.
"Ha quedado acreditado en todos los ciclos electorales que ha habido después de septiembre de 2015 que, por separado y como partidos, o bien perdemos las elecciones o bien las ganamos de manera ajustada. El Estado ha tenido la sensación reconfortante de ver delante a un movimiento debilitado por la división interna" ha lamentado el expresidente en la misiva.
"A mí me parece mucho más eficaz plantarte en la mesa con la fortaleza de victorias rotundas conseguidas en todas las elecciones precedentes, que no desde una posición dividida y enfrentada" apunta. Puigdemont también argumenta que ha mantenido el silencio durante las últimas semanas para que sus palabras no se malinterpretaran y no afectar la negociación entre ERC y Junts.
Puigdemont también reclama respeto, confianza y lealtad a las fuerzas independentistas para detener "la desunión" de los últimos tiempos, en una clara alusión a ERC. "Se puede respetar al otro sin necesidad de compartir un mismo gobierno, y se puede faltar al respeto y compartiendo la mitad del gobierno. Sin respeto no se pone en marcha una cadena que es imprescindible para ir juntos en un proyecto tan ambicioso y complejo como es el de construir un Estado independiente" indica.
"En estos tres años y medio se ha visto, con decepción compartida por mucha gente, como esta cadena se iba debilitando hasta romperse. Si al principio la estrategia de la desunión fue concebida con una determinada intención, muy sectaria en mi opinión, es evidente que se ha escapado de control y ha originado una batalla sin freno que avergüenza internamente y desde fuera es muy desconcertante, de la que nadie sale bien parado" critica.
El expresidente defiende en la carta la unidad independentista reflejada en el nuevo Ejecutivo de Pere Aragonès, y reivindica la vigencia del mandato del referéndum del 1-O.