El expresidente de la Generalitat y candidato a la presidencia por Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha asegurado que "quizás vale la pena correr ese riesgo, de salir investido en el Parlament y automáticamente ser detenido por las mismas ideas que han generado la confianza de los ciudadanos".
Puigdemont ha afirmado que "ni en la cárcel puede ser un investido presidente. Tiene que estar en libertad al menos el tiempo para poder ser investido y ejercer la responsabilidad del cargo. Esto, para mí, pesa más que las esposas y los barrotes" ha explicado en una rueda de prensa organizada por la ACN a través de videoconferencia.
El expresidente ha recalcado que no hay "ninguna discrepancia" con ERC en "querer mantener el Govern ilegítimamente e ilegalmente destituido" por la aplicación del artículo 155 en caso que el independentismo ganara las elecciones aunque los republicanos defiendan investir Oriol Junqueras o Marta Rovira en la presidencia de la Generalitat.
El candidato a la presidencia por Junts per Catalunya, respecto a la ampliación de la causa del "proceso" que lleva el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha apuntado que "lo han intentado todo para alterar los resultados electorales" y ha añadido que "lo último es encarcelar a una generación de líderes políticos", lo que ha calificado de "despropósito abismal".
Puigdemont ha manifestado que "si la política española no es capaz de generar un diálogo, el sistema político constitucional habrá fracasado" y ha explicado que si revalida el cargo de presidente tras las elecciones del 21-D apostará por avanzar "con firmeza sin desviarse ni un minuto del diálogo" y ha pedido al Estado dejar "de estar cerrado en este búnker de actitud antipolítica".