Xavier Sala i Martín ha asegurado que está "avergonzado" porque la respuesta del Gobierno al artículo de la revista inglesa The Economist, en la cual se aseguraba de que en Cataluña hay "obsesió nacionalista", ha sido insuficiente. El economista afirma en un artículo de opinión, publicado este jueves en el diario Hoy, que "el delegado del gobierno, Xavier Solano, publicó una respuesta a la web de la Generalitat, que me ha hecho sentir avergonzado. ¿Por qué avergonzado? Pues avergonzado porque el delegado podría haber mencionado "la obsesión nacionalista" británica (o norteamericana) que obliga a sus niños a estudiar en inglés sin darles la opción de estudiar en urdú o chino, y no lo ha hecho". "Si la definición de "obsesión nacionalista" es que uno utiliza la lengua propia en la escuela, sin dar libertad de escoger cualquier otra lengua, entonces los ingleses, los americanos, los españoles, los suecos, los franceses y el resto del mundo tiene la misma obsesión, porque, que yo sepa, los padres no pueden escoger la lengua de las escuelas en ninguno de estos países. ¿O es que los niños inmigrantes pueden estudiar en árabe en Valladolid"? , añade.
"Avergonzado, porque la Generalitat podría haber aportado datos sobre las nacionalidades de los profesores en la universidad catalana y habría demostrado que es mentida, repito, mentira, que no se contrate a profesores que no hablan catalán. ¡Yo doy clase en la UPF desde hace años y tengo compañeros argentinos, chilenos, japoneses, norteamericanos, italianos, españoles y de muchos otros países que no hablan ni una palabra en catalán! Y si el editor de The Economist se hubiera preocupado de comprobar sus frívolas afirmaciones, lo habría visto. Es más, si eso de las lenguas fuera un problema, veríamos las universidades catalanas detrás de las españolas en los rankings. En realidad, están por encima", explica.
Sala y Martí también dice que está avergonzado porque The Economist "podría haber documentado que en Cataluña hay dos tipos de personas: las que hablan catalán y castellano y las que sólo hablan castellano. Si las acusaciones de imposición lingüística fueran ciertas, sería común encontrar ciudadanos monolingües catalanes incapaces de hablar el castellano. La realidad es que no hay casi nadie que sólo hable catalán. Yo, de hecho, no conozco absolutamente a nadie. En cambio, conozco una infinidad de personas monolingües castellanas, entre las cuales hay muchas que han vivido en Cataluña toda la vida. Quizás habría estado bien que el delegado de la Generalitat aportara números sobre la cantidad de personas monolingües catalanas y monolingües castellanas en Cataluña para que los ingleses se enteraran de la realidad tal como es".
"Avergonzado, porque podría haber documentado que en Cataluña hay dos tipos de personas: las que hablan catalán y castellano y las que sólo hablan castellano. Si las acusaciones de imposición lingüística fueran ciertas, sería común encontrar ciudadanos monolingües catalanes incapaces de hablar el castellano. La realidad es que no hay casi nadie que sólo hable catalán. Yo, de hecho, no conozco absolutamente a nadie. En cambio, conozco una infinidad de personas monolingües castellanas, entre las cuales hay muchas que han vivido en Cataluña toda la vida. Quizás habría sido bien que el delegado de la Generalitat aportara números sobre la cantidad de personas monolingües catalanas y monolingües castellanas en Cataluña para que los ingleses se enteraran de la realidad tal como es", comenta.
"Avergonzado, en definitiva, porque en lugar de defender nuestro país y nuestra lengua con razonamientos lógicos y racionales, documentados con datos para evitar que los que ignoran la realidad catalana se crean los demagogos que escriben artículos llenos de falsedades e invenciones, en lugar de hacer eso, digo, la Generalitat va y explica que tenemos mil años de historia y defiende patéticamente la honorabilidad del presidente Pujol, a quién la revista acusa de "cacique" como si el punto más importante del artículo fuera esta acusación. Sin poner en duda la honorabilidad del mejor presidente que Cataluña ha tenido a lo largo de la historia, la patética y ridícula respuesta de nuestro gobierno demuestra que es incapaz de defender nuestro país, nuestra lengua y nuestra realidad cultural y económica. Por todo eso, me siento avergonzado", concluye.