El ex jefe de comunicación del presidente Montilla, Toni Bolaño, ha reactivado una cuestión política que parecía olvidada, la posibilidad de una sociovergencia, es decir, un Gobierno catalán de coalición entre los socialistas y Convergència i Unió.
De hecho, Bolaño ha dicho lo que en algunos sectores políticos catalanes se empieza a meditar ante los escándalos de corrupción, una crisis económica que será más larga de lo previsto inicialmente y unas encuestas que no dan la mayoría a las formaciones del tripartito.
La desafección que la corrupción política y la crisis están provocando entre los ciudadanos de Catalunya sería, en este contextexto, otra de las circunstancias que podría hacer necesario un Govern de coalición, con una amplia base parlamentaria.
Tampoco hay que olvidar que importantes sectores empresariales y financieros catalanes ven con buenos ojos desde hace tiempo esta alternativa, porque consideran que sólo un mayoría fuerte puede tomar las medidas que la situación exige.
Además, la operación Pretoria del juez Garzón, después del escándalo del Palau de la Música, que ha afectado tanto a CDC como al PSC, está extendiendo la sospecha sobre el conjunto de la clase política catalana, lo que provocará un debilitamiento institucional.
Por otra parte, según las últimas encuestas electorales, el tripartito no conseguiría la mayoría en el Parlament, pero CiU tampoco, y los nacionalistas, a pesar de ganar las elecciones, necesitarían otros apoyos.
Todas las circunstancias anteriores hacen que los planteamientos expresados por el ex jefe de comunicación de Montilla puedan tener una viabilidad práctica. Parece que todo está a punto para la sociovergencia.
