La huelga que la intersindical CSC ha convocado este miércoles para pedir la libertad de los “presos políticos” no ha conseguido cerrar los comercios, a diferencia de lo que ocurrió durante la jornada del pasado 3 de octubre, cuando los sindicatos CGT, IAC, COS y CSC convocaron un “paro de país” en protesta por las cargas policiales del 1-O.
Establecimientos de todo tipo han levantado este miércoles sus persianas, desde el pequeño comercio hasta las grandes superficies comerciales. El Delegado del Gobierno español en Catalunya ha asegurado, citando datos oficiales del Departamento de Trabajo, que “el seguimiento de la huelga ha sido mínimo en la práctica totalidad de los sectores, excepto el de la enseñanza, donde ha tenido una incidencia del 34, 98%, si bien los servicios mínimos se han cumplido al 100%”.
Desde la patronal Fomento del Trabajo, ha asegurado que la huelga “no se ha seguido ni a los transportes públicos, ni el sector de la restauración, ni el comercio, ni a la industria”. Pimec, por su parte, ha cifrado en un 4,3% el seguimiento del paro, aunque un 28,4% de las empresas han hecho paros puntuales a lo largo de la jornada.
En cambio, la intersindical CSC ha calculado que ha sido “un éxito importante en diferentes sectores y comarcas” y ha cuantificado el seguimiento en un 80% en el sector de la enseñanza y un 40% a la Administración.
La huelga, sin embargo, ha comportado numerosos problemas de movilidad en las principales carretas catalanas, especialmente en la AP-7 a la altura de Borrassà, L'Ampolla, Figueres, Sant Julià de Ramis y congestión en puntos como Sant Celoni, el Vendrell y L'Ametlla de Mar.
También se han registrado cortes en la N-340 en Camarles, la C-17 en Montcada i Reixac, la C-59 en Caldes de Montbui, la C-25 tanto en Aviñón como Vic, la C-12 en Maials y la a-2 en Riudellots de la Selva y Soses.