El presidente de la Generalitat, Quim Torra, evitó aclarar su futuro en caso de que el Supremo confirme la pena de inhabilitación del TSJC. Torra ha hecho su discurso en el debate de política general sólo un día antes de que se sepa la decisión del Supremo que, previsiblemente, será condenatoria. El propio Torra admitió su culpabilidad durante el juicio aunque después presentó recurso.
El presidente ha aprovechado la ocasión para reivindicar su obra de gobierno -sobre todo con la fibra óptica y la fruta dulce- además de la gestión del Gobierno durante la Covid. "Dedicamos 24 horas del día", manifestó. Torra ha puesto a menudo como argumento la pandemia para evitar convocar elecciones tal y como anunció el 29 de enero.
Lo que no ha aclarado es qué hará en caso de condena. Los sectores más radicales del proceso especulaban en la posibilidad de desobedecer y atrincherarse en Palau. La CUP propuso también la vía Venturós en alusión a la alcaldesa de Berga: que se convierta en un presidente simbólico.
La propia portavoz del Govern, Meritxell Budó, hizo un llamamiento durante la rueda de prensa de los martes a la "solidaridad antirepresiva" del Parlamento, pero parece difícil que tanto ERC como el PDECAT -los acaba de echar del Govern- quieran ir más allá.