Josep Lluís Alay, un alto consejero del ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, se reunió en Moscú -el año 2019- con funcionarios rusos, con ex agentes de inteligencia y con el nieto de un espía del KGB. El objetivo de estas reuniones era garantizar el apoyo de Rusia para conseguir la independencia de Cataluña, según apunta The New York Times a través de un informe de inteligencia europeo.
Muchos de los funcionarios con los que Alay se reunió en Moscú están involucrados en la guerra híbrida del Kremlin contra Occidente. Una estrategia a través de propaganda y desinformación, financiación secreta y movimientos políticos desestabilizadores, ataques informáticos y asesinatos a sueldo para erosionar la estabilidad de los adversarios de Moscú.
Después de los viajes de Alay a Moscú surgió el Tsunami Democràtic. Un reporte confidencial de la Guardia Civil española, al que tuvo acceso Times, afirmaba que Alay estuvo involucrado en la creación de este grupo.
Una transcripción secreta de mensajes de texto de 700 páginas de extensión muestra el vínculo entre el círculo de Puigdemont y Rusia. "Estoy pensando mucho en el tema Rusia", le escribió Alay por mensaje de texto a Puigdemont el 23 de agosto del año pasado. "Y estos días está todo muy muy complicado", añadía, según publica The New York Times.
La Guardia Civil ha revelado en un reciente informe entregado al juez de Barcelona Joaquín Aguirre -que investiga el 'caso Voloh' de supuesta financiación del proceso- que Josep Lluís Alay estableció una estrecha relación, el año pasado, con el empresario Alexander Dmitrenko. La presunta vinculación de Dmitrenko con los servicios de inteligencia rusos provocó que el Ministerio de Justicia le denegase la nacionalidad española.